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jueves, 22 de diciembre de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixo: Desilusión y pérdida I por Corrine

Hola!



Se suponia que publicaria este capitulo hace como tres semanas pero estoy trabajando y fueron los finales en mi escuela y no tuve tiempo pero aqui esta la parte uno del final de la "primera temporada" de Venéficas Las Tres Caras de Calixo y posiblemente pero no les prometo nada mañana publicare la otra parte... como dije no prometo nada pues aun me falta editar y reeler para ver si me gusta como queda, en fin las dejo leyendo.




Conducía a casa desde el hospital, me alegraba saber que Mark ya estaba bien pero la verdad es que habían sido unos días bastante agotadores.
No me paraba de rondar en la cabeza que Carrie y Mark se habían besado… ¿Carrie besando a alguien? De las dos siempre creí que yo sería la primera en besar y por otro lado estaba Cathy, con su evidente atracción hacia Morgan a quien también le gustaba Cathy, las cosas podían malinterpretarse si lo pensaba así incluso me hacía pensar a mi misma que estaba celosa de ellas, pero, las cosas no eran así, me alegraba por ellas, pero un parte de mi me hacía pensar que jamás estaría en su situación.
Estos últimos días lo que menos quería era volver a casa, pues desde que mis padres me habían revelado que era adoptada sentía que me trataban de manera distinta me hacía pensar que su amor se estaba desvaneciendo y que antes fingían quererme porque se sentían culpables.
Al entrar en casa pensé que las cosas serian aun más distintas, pero ahí estaba mi madre preparando la cena con ese delantal impecable, y los guates de concina sosteniendo un refractario con el guisado el cual no alcance a distinguir, mi hermano jugando cerca de los pies de mi padre quien leía una de esas revistas con artículos científicos.
Subí a mi habitación sin saludar y me puse a hacer los deberes escolares mientras llegaba la hora de la cena.
Un par de horas después llamaron a la puerta y me acerque a abrirla.
- Priesa puedes bajar un momento –me pidió mi padre con una sonrisa.
Asentí y de pronto cubrió mis ojos con sus manos.
- ¿Qué haces? –le pregunte.
- Ya sabrás –me dijo
Me ayudo a bajar las escaleras y me percate de un aroma familiar, delicioso, como tarta de chocolate.
Mi padre descubrió mis ojos y lo primero que note fue la mesa del comedor con platillos delicioso y en el centro un enorme pastel de chocolate con las palabras “te queremos Corrine” con turrón.
- ¿A qué se debe todo esto? –pregunte sonriendo.
- Ha llegado tu carta de aceptación para el curso de verano en la escuela ciencias políticas.
- ¡¿en verdad?! –pregunte extasiada.
- Es increíble –dijo mi padre con una sonrisa de oreja a oreja.
No me lo creía, incluso como habían tardado tanto tiempo en responder a mi solitud creí que no me habían aceptado, eso se lo tenía que contar a las chicas.
Entonces me cayó una cubeta da de agua fría, de forma figurativa claro, como me iría ahora sabiendo que necesitábamos estar unidas, como me iría ahora que estábamos mejorando, que incluso nos estábamos volviendo más unidas.
- Tengo que pensarlo –les dije a mis padres.
- ¿Cómo que pensarlo? –me pregunto mi madre –es lo que has deseado estos últimos dos años.
- Tengo prioridades –dije y me levante de la mesa.
Subí a mi habitación y me tumbe en la cama.
A la mañana siguiente fui al hospital, los padres de Mark estaban en la cafetería desayunando, Cathy charlaba con Morgan y se veía a distancia su enorme sonrisa, quise entrar con Mark pero ahí estaba Carrie.
Me sentía como una intrusa, era como si no notaran que también yo estaba ahí, ellas estaban viviendo su vida a pesar de las dificultades y tal parecía que habían olvidado algunos motivos y tareas que teníamos que cumplir.
Regrese a casa y empaque mis cosas si las chicas vivían su vida ya también lo aria y así como ellas habían olvidado sus obligaciones yo podría bajarlas en mi lita de prioridades…

lunes, 28 de noviembre de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixto: "Confundida" por Cathy

Hola chicas, un Lunes más, nuevo capítulo. Espero que les guste!!!
Cathy
No puedo más, todo esto es insoportable. La agonía, la desesperación, la tristeza... pero sobre todo la impotencia.
¿Quién le ha hecho esto a mi hermano? ¿Quién pudo haberse atrevido a atacar al ángel de las Venéficas?
- Pagarán muy caro - suelto con las lágrimas a tope - Pagarán muy caro. Lo juro.
Llevo mis manos hasta la cabeza y me quedo ahí, meciéndome de adelante para atrás completamente frustrada.
Y sin más empiezo a llorar.
Pasé unas horas de angustia terribles con mi hermano en este maldito Hospital, sin reaccionar, debatiéndose entre la vida y la muerte, y todo por culpa de esa maldia pluma.
- Una pluma de ángel negro - había dicho Morgan.
- ¿Ángel Negro?
Pero no contestó. Dijo que necesitaba ir a averiguar más y se fue. Yo ya no puedo más, de verdad que no. Una cosa es que seamos brujas y otra muy diferente que se metan con mi familia, ellos no tienen nada que ver en esto. No Mark, mi hermano, la persona que más me ha apoyado, el hermano que siempre ha estado para mí, mi mejor amigo, mi mano derecha en todo, no él.
- ¿Cathy? - me pregunta Morgan con cara preocupada.
Miro hacia él y al ver mis lágrimas, mi tristeza, se acerca rápidamente hasta donde estoy sentada. Se sienta conmigo y me abraza con fuerza. Lloro en su hombro porque no se me ocurre algo mejor, simplemene ahora no hay nada que me haga sentir mejor.
- Tranquila, ya todo está bien, Mark está mejor.
- ¿Quién le hizo esto Morgan, quién?
- Eso no importa ahora, lo que importa es que esten a salvo, ellos... - me levanta el rostro hasta mirarme a los ojos - tú.
- Quiero venganza, Morgan, quiero acabar con quien le haya hecho esto a mi hermano.
- No Cathy, no pienses así. Todo a su tiempo.
- El tiempo es muy lento...
- El tiempo es justo, pequeña. Ya verás que todo saldrá bien.
- Mi hermano Morgan, estuvo a punto de morir y es mi culpa.
- No, claro que no. No podría ser tu culpa.
- Si yo no fuera una...
- No digas eso, ni se te ocurra si quiera mencionarlo. Si no fueras lo que eres... no te hubiera conocido, no podría haber visto esos ojos tan maravillosos ni... hubiera podido... hacer...
Cerré los ojos cuando él se acercaba. Iba a besarme y yo lo deseaba... pero...
- No Morgan, no ahora - me levanto nerviosa.
- ¿Por qué? Me gustas Cathy, no es un secreto Nacional. Me gustas.
- No ahora... hay muchos problemas, muchas cosas en juego, demasiadas cosas que arreglar y que pensar como para que me des una más.
- No pienses Cathy, haz como yo... déjate llevar.
- No puedo, no con mi hermano en cama, con enemigos que vencer y...
- Son muchos problemas, déjalos... Al corazón no le importan.
- Mi corazón sólo puede pensar en Mark. Por favor Morgan, no ahora.
- ¿Después?
- No lo sé, no me presiones justo ahora, no podría soportar un problema más.
Me voy antes de que responda. Porque sería demasiado terrible escuchar una respuesta de su parte y sería todavía más ver su rostro triste por mi mala respuesta.
Pero de verdad que justo ahora en lo que menos puedo pensar es en un...
¿Beso?
Me quedo pasmada ante la escena que veo. Son Carrie y mi hermano... Carrie con mi hermano, más bien. ¿Qué...? ¿Cómo...?
Ok, yo ya sabía que ellos se gustaban pero... ¿Besándose? ¿Besarse justo ahora? Esto no...
Pero si él se estaba muriendo hace unas horas.
Doy media vuelta y echo a andar otra vez. ¿Qué diablos le pasa al mundo?
- Cathy - escucho a Corrine, no contesto - ¿Cathy estás bien?
- No - confieso.
- ¿Qué pasa, estás herida?
- Carrie y Mark se estaban besando?
- ¿Cómo?
- Sus labios, unos pegados a los otros, moviéndose.
- Me refería a qué ¿Cómo es posible? No cómo se hace.
- Y Morgan acaba de decirme que le gusto.
- ¿Qué?
- Quería besarme.
- ¿Cómo? - la miro incrédula - Me refiero a... Ay olvídalo.
- ¿Qué hago Corrine?
- No lo sé, aunque yo diría que por el momento hay que concentrarnos en encontrar a los culpables por lo sucedido con Mark. Esto no puede quedar impune.
- Ya sé... eso quería pero...
- ¿Pero qué?
- A estas alturas y con lo que he visto... No sé si preferiría dejarme llevar...
Le digo viendo hacia el pasillo por el que había estado. Y ahí, sentado en una de las muchas bancas, está Morgan, mirándome...
- ¿Cathy? - me pregunta Corrine - Es Mark, nuestro ángel, tu hermano.
- Ya lo sé Corrine, lo que no sé es qué hacer.
- ¿Te gusta Morgan?
- Sí, y mucho. Pero hacerle caso justo ahora significaría un problema más del qué preocuparnos y estoy harta de problemas. Mira a mis padres, - le pido - Están tan preocupados. Y lo peor es que en este momento ni siquiera con todo y poderes puedo remediar eso. La magia, si no nos sirve a nosotras ¿Qué caso tiene?
Estaba confundida. Todo estaba pasando demasiado rápida y no me gustaba para nada.

martes, 8 de noviembre de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixo: Problemas por Carrie

Hola, paso de rapidin para publicarles este capitulo que en lo personal me costo mucho trabajo escribir.
Había tomado una refrescante ducha al volver a casa y valla que la necesitaba.
No paraba de pensar en el día que había tenido, un día bastante agotador, aunque en cierta parte agradecía haberlo tenido, Mark en verdad era genial y no podía quitarme la expresión de su rostro de fastidio, incluso al recordarlo se me escapaba una sonrisa.
Mi celular comenzó a sonar en algún lado de mi habitación, ya había olvidado en donde había caído pues solo había arrojado mis cosas si ver en donde.
Termino de sonar y continúe buscándolo y comenzó a sonar de nuevo, era extraño, ¿Quién estaría llamando con tanta insistencia?
Cuando al fin pude encontrarlo revise la lista de llamadas perdidas y aparecía diez veces el numero de Cathy así que seleccione el numero y marque, no tardo en contestar pues solo había dado tono una vez y ya escuchaba su voz al otro lado de la bocina.
- Carrie Mark esta herido –dijo antes de que dijera hola.
La voz de Cathy se escuchaba destrozada estaba segura de que no podía contener el llanto.
- ¿Qué paso? ¿Cómo paso? –pregunte desesperada.
- No lo sé, estaba pintando y yo me fui a acostar pero olvide mi teléfono en el cobertizo y estaba en el piso.
- ¿en donde estas?
- En el hospital Mercy –me respondió.
- Voy para allá –le dije y colgué.
Me vestí con rapidez y tome las llaves del el auto de mi madre y maneje con la prudencia que me fue posible aun tratando de aterrizar la idea, ¿Quién lo había hecho? Y ¿Por qué a él?
Me quede parada en la puerta del hospital, paralizada por completo, en aquel hospital había perdido a papá, me traía malos recuerdos y más que nada un mal presentimiento.
Me quede paralizada al ver a sus padres con el rostro descompuesto por la preocupación y pronto fui cayendo en cuenta de la realidad, Mark había sido herido y las cosas resultaban ser mas grabes de lo que me pude haber imaginado, no quería admitirlo pero las evidencias apuntaban a otra cosa.
La noche fue avanzando con lentitud y las noticias sobre la condición de Mark no eran favorables, el padre de Cathy tuvo que irse al trabajo pues tenía una reunión importante, y Cathy y yo nos quedamos con su madre.
- Gracias por estar aquí –me dijo Linda poco después de que Cathy fuera por un café –me alegra que mis niños encontraran amistades tan valiosas.
- No es nada –le respondí intentando sonreír.
Ella sujetó mi mano también tratando de sonreír y en ese momento el doctor se acerco a hablar con ella.
- Ha despertado –le dijo con tono cansado –pregunta por Carrie.
- ¿Por qué iba a preguntar por mí? –me extrañe.
Su madre me observo por un momento y después asintió.
- Ve con él –me dijo –debe ser importante.
Entre a su habitación, no me esperaba encontrarlo así, con intravenosas y trasplantes de sangre, estaba completamente pálido y bañado en sudor.
- ¿Cómo te sientes Mark? –le pregunte.
- Tengan cuidado –me susurro –ellas están cerca.
- ¿Quiénes ellas? –le pregunte.
Me percate de que trataba de mantener los ojos abiertos pero se le cerraron de golpe y comenzó a sonar la maquina que marcaba los latidos de su corazón de una manera acelerada.
Salí en busca de ayuda y llegaron varios doctores sacándome de la habitación.
Me senté en el piso recargándome en la pared de enfrente con la cabeza entre las rodillas rogando al cielo por que las cosas salieran bien.
El vacio en mi estomago seguía presente, recordándome que lo que estaba pasando era real por lo que no había forma de escaparme un momento.
Corrine llego después de clases junto con Morgan y la señora Clarens quien no dejo ni un momento sola a la señora Linda. Pero a pesar de esta acompañada por las personas más cercanas a mí me seguía sintiendo sola, desamparada, sin Mark a nuestro lado nada me parecía lo mismo.
Tenía que volver a casa, había recibido varias llamadas de mi madre exigiéndome que volviera cuanto antes, pero no quería irme, tenía miedo de que su me iba sucedería algo.
- Será mejor que vayas a casa –me dijo Corrine –te prometo que te llamare si pasa algo.
Tarde un poco de tiempo en aceptar pero no quería tener más problemas con mi madre, no más de los que ya me esperaban.
No me había dado cuenta pero ya era de noche, las luces de la sala estaban encendidas y me arme de valor para entrar, tenía que afrontar las acciones de mis actos.
- Bonita hora de llegar –dijo mi madre en cuanto abrí la puerta.
- Lo siento mamá –le dije.
- ¿eso lo perdona todo? –me pregunto con seriedad –te vas en la noche sin decir nada, te llevas mi auto y llegas a estas horas y ¿crees que todo se soluciona con un “lo siento”?
- ¿Qué quieres que te diga?
- No quiero que digas nada, quiero que vengas a casa a la hora de la cena, quiero que convivas con tu familia, rara vez te veo en casa, todo el tiempo estas con Morgan y las chicas, me ocultas cosas ¿En donde es que estas Carrie?
- Aquí mamá, aquí –le respondí –pero un amigo esta en el hospital y…
- Y que –me interrumpió –ese no es tu problema niña –me regaño.
- Lo es mamá, tú no tienes ni idea.
- ¿Idea de que, Carrie? Al menos cuando te juntabas con Jamei y Robie venias a casa a cenar, ¿Qué es lo que quieres? ¿irte?
- Claro que no mamá, es complicado, no lo entenderías.
- ¿Eso crees? –me pregunto –como podría entenderlo si no me lo cuentas.
- Si te lo cuento no me creerías.
Ella se quedo callada esperando que le dijera y aunque sabía que me traería problemas el revelárselo lo hice.
- Mamá, soy una bruja –le dije.
Me di cuenta en cuanto se enfado.
- ¡¿Crees que soy tonta Carrie?! –me grito – ¡¿Por qué no te buscas una mejor mentira?!
- Ya te había dicho que no me creerías –la entrante.
- ¡Si tanto quieres largarte hazlo! ¡Lárgate Carrie, pero no me vengas con estupideces!
- ¡Si de eso iba todo me lo hubieras dicho antes! –le grite – ¡me largo!
Arroje las llaves al piso y gire el picaporte.
- ¡te advierto una cosa Carrie! ¡Si pones un pie fuera de esta casa no vuelvas!
- No tengo intensión de hacerlo no te apures por eso –le solté entre dientes y salí de casa.
Camine sin rumbo por un buen rato sin saber a done ir, las lagrimas pedían a gritos salir así que me senté en la banqueta y rompí a llorar.
¿Por qué todo me salía mal? Siempre tenía que arruinar las cosas, si le hubiera aceptado la invitación a Mark lo más seguro es que no le hubiera pasado nada, si hubiera esto el día de la muerte de papá tal vez se hubiera aferrado a la vida y si no hubiera pasado demasiado tiempo en casa de Morgan aun tendría un hogar al cual regresar.
Levante la vista y frente a mi estaba Morgan con un pañuelo tendido hacia mí.
- Supuse que necesitarías ayuda –me sonrió.
Oculte mi rostro y me seque las lágrimas.
- No tiene nada de malo llorar –me dijo –somos humanos, sentimos.
Se anuncillo frente a mí y me abrazo.
- No estás sola Carrie, nos tienes a nosotros –me susurro.
Volví a llorar con mi rostro pegado a su pecho.
- Volvamos al hospital –dijo después de un rato –después arreglamos lo de tu madre.
Asentí y caminamos al hospital.
En la sala de espera solo estaban Corrine y Clarens con los rostros más relajados.
- ¿Qué paso? –pregunto Morgan.
- Esta mejor, lo llevaron a piso –dijo Corrine.
En ese momento sentí que pude respirar de nuevo.
- Menos mal –suspire.
- Dicen que ha preguntado por ti –me dijo Corrine guiñándome el ojo –deberías ir a verlo.
Le sonreí y pregunte a una enfermera por él y me llevaron a su habitación.
Cathy y sus padres estaba ahí estaba ahí, sonriéndose y note que la mirada de Mark se ilumino en cuanto me vio.
- Los dejamos solos –dijo el padre de Cathy y Mark.
Sus padres salieron y cuando Cathy pasó a mi lado me dio un ligero codazo con una sonrisa picara.
- Mira quien vino –dijo Mark.
- ¿Cómo te sientes? –le pregunte.
- ¿Cómo te sientes tú?
- Bien –le respondo automáticamente.
- ¿Quién te hiso esto? –le pregunte.
Se encogió de hombros e hiso un gesto de dolor.
- Ha sido con una pluma de ángel negro –sonrió –son toxicas para los ángeles blancos.
- Los siento –le dije con la mirada gacha.
Me acerque a él mirándome los zapatos hasta llegar a lado de su camilla.
- Te tengo un regalo –le dije.
Me acerque a el lento y nuestros rostros quedaron a muy poca distancia, nuestros labios se rozaron hasta fundirse en uno.
Su mano se poso bajo mi oreja y nuestros labios se movieron con sincronía, como si estuvieran hechos el uno para el otro, fue así como le entre a Mark mi primer beso.

Pd. este capitulo lo he estado publicado desde ahce dos semanas pero entre a trabajar y estoy en la escula y no habia tendo tiempo pero aqui lo dejo, espro que lo hayan disfutado.

lunes, 24 de octubre de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixo: La Revelación, por Mark

Hola!

Llevo dias tratando de publicar este capitulo pero en fin la cosa esta asi, hemos tenido este blog digamos que un poco abandonado, la razon es que Andrea la chica que publica a Corrine esta teniendo serios problemas framiliares, la verdad no soy quien para estarlos diciendo, el punto de esto es que ya no publicara mas, no al menos por un tiempo, ya estuve charlando con MaGe sobre como la remplasariamos si llegaba a pasar lo que paso, pero bueno no llegamos a un acuerdo 100% seguro pues no he tenido tiempo de nada, pero al parecer entre ella y yo escribiremos a Corrine, por otro lado, yo me enferme y estuve internada como un mes, una historia complcada y aburrida relacionada con una paleta helada y una severa infeccion en la gargannta y me sentia de la retefregada! y me la pasaba durmiendo toooodo el dia, y ya que sali del hospital tuve que ponerme al corriente con mis materia y con tareas extracurriculares y tuve que hacer un trabajote con una entrevista a un politico de mi comunidad, me costo un buen conseguir la entrevista y redactar el trabajo sin mesnionar que yo estoy estudiando literatura no leyes y no entiendo que tiene que ver la politica con escribir poesia, cuentos y novelas.... ya me sali del tema, en fin, les decia que he querido publicar este capi desde el martes pero devido a la escuela no he podido pero sin mas royo introductorio que se llevo la mitad de mis ideas y mi cerebro seco las dejo leyendo.
El tiempo se me pasaba lento, estaba preocupado por mi hermana y las chicas, confiaba en las decisiones de Clarens pero no podía exigir que se conocieran a la perfección en tan poco tiempo, y sabía que ella lo sabía, Clarens siempre decía que todo llevaba un orden y un momento, entonces por qué presionar, tan solo eran unas chicas.
Observe a Morgan quien también se veía tenso con la situación, y eso no me agradaba, no porque me preocupara que era no solo yo estaba preocupado, más bien porque la noche anterior me había confesado que se había enamorado de mi hermana y eso me ponía furioso, Morgan le llevaba como unos cincuenta años, como se podía fijar en una chica tan pequeña como mi hermanita, ¿Qué le pasaba a ese sujeto?
- ¡Por favor Mark! ¿Sigues enfadado? –me pregunto Morgan con incredulidad.
- ¿Y qué esperabas? –le pregunte – Qué te dijera, “¡claro cuñadito, puedes salir con mi hermana a la cual le llevas décadas!”
- Solo son un par –se encogió de hombros.
- ¡Es medio siglo!
- Años más años menos, lo que importa es la apariencia, además no creas que no me he dado cuenta de cómo miras a Carrie.
- Solo son dos años de diferencia no medio siglo –le recordé.
Rodo los ojos y se tiro en su sofá.
Clarens no perdía de vista a la ventana, era injusto que solo ella pudiera saber lo que estaban paso en ese lugar, pero verla tan tranquila me hacía pensar que las cosas iban bien, aunque ella siempre era muy tranquila, además ya era una mujer mayor.
- Clarens, ¿en verdad es necesario? –le pregunto Morgan.
- Tengo que dejar todo en orden antes de partir chicos, los tres sabemos que me queda poco tiempo.
- ¿Y qué hay de conseguir un suplente? Como hicieron con Mark.
Volvió a mirar por la ventana sin ver nada, como que pensando la mejor forma de responder.
- En estos tiempos ya no se en quien confiar –dijo al fin –y las chicas tienen que mantenerse unidas, para mantener el equilibrio es necesario.
Recordé la historia que me habían contado, como fue que murió la penúltima encarnación de Calixto, Morgan y Clarens lo habían presenciado, era más que evidente que no querían ver como pasaba de nuevo.
Clarens por fin se acerco al jardín y justo entonces las chicas salieron del portal.
Estaban llenas de tierra y con el cabello todo enmarañado, cuando las vi no pude evitar que se me escapara una sonrisa, si estaba de vuelta significaba que habían pasado la prueba y que las cosas les resultarían mejor desde entonces.
Nos acercamos a ellas todos con una evidente alegría.
- Lo resolvieron sin hablar –les dije con alegría.
Clarens no pudo evitar restarle importancia a su merito, pero la verdad es que yo estaba muy orgulloso de las tres, sin importar que dijeran los demás.
A pesar de eso Corrine le agradeció, pero que se podía hacer, era parte de ella.
- Basta de eso, vamos a comer –dije –Morgan invita –añadí.
Hicimos un par de comentarios y Morgan salió con sus comentarios fuera de lugar, aunque trate de mantener la compostura me costaba trabajo, era mi hermanita a quien se le insinuaba.
Mi hermana cayó en su juego, o tal vez es que si había pillado el asunto desde el principio lo cual me molesto mas.
Corrine comenzó con un juego arrojándole agua a Carrie y ella comenzó a corretearla por el jardín.
A pesar de todos los problemas, podía decir que ahora ya éramos una familia, de pronto en aquel juego también entraron Morgan y mi hermana, no me esperaba ser parte del juego y termine igual de sucio que las chicas al igual que Morgan.
- Están hablando de guerra chicas –las ámense con una sonrisa.
Nos encontrábamos ahí, los cinco jugando como si todas las cosas estuvieran perfectas, incluso Clarens reía junto con nosotros.
Morgan ordeno una pizza cuando el sol comenzaba a meterse, Clarens se había ido a recostar, excusándose diciendo que había sido un día muy agotador.
Las chicas estaban tumbadas en el sofá, Corrine estaba sentada con un pie sobre la mesa de centro, Carrie estaba recargada en su hombro con las piernas encima de las piernas de mi hermana y ella tenía ambos pies reposando sobre la mesa de centro.
Comenzaba a hacerse tarde y Corrine fue la primera en irse a casa y Carrie estaba a punto de salir cuando la alcance.
- ¿Planeas hacer algo mañana? –le pregunte.
- Nop, ya sabes ver televisión, jugar con Xbox –me dijo encogiéndose de hombros.
- ¿Qué te parece si cambio tus planes? –me aventure a preguntar –podríamos ir al cine y almorzar algo.
- Claro –me respondió con una sonrisa –no olvides decirle a Corrine y a Cathy.
Exhale frustrado cuando ella cerró la puerta y camine a la sala en donde Cathy y Morgan hicieron como si estuvieran bateando una pelota de base ball, la típica seña cuando alguien te rechaza.
- Lo hace a propósito –me queje y Morgan se carcajeo.
- Y no te ha tocado lo peor de ella –me dijo.
Lo mire con los ojos entrecerrados y mire a mi hermana.
- Tenemos que irnos Cathy –le anuncie.
Ella asintió y salió junto conmigo.
Camino despacio hacia la moto con la mirada perdida, absorta en sus pensamientos.
El camino fue más corto de lo que esperaba y las luces de la sala estaban encendidas, lo más probable era que nuestros padres nos esperaban.
- ¿Qué les ha pasado? –pregunto nuestra madre al ver nuestro aspecto.
- Una pequeña guerra de lodo –se encogió de hombros Cathy.
Mi madre nos beso en la mejilla a ambos y nos dio las buenas noches.
- Tengo que tomar un baño –me dijo mi hermana y subió a su habitación.
Yo me dirigí al cobertizo en donde se encontraban mis cosas para pintar, estaba inspirado aquella noche, estaba feliz, pues me había enterado de cosas, como que Carrie no tenia novio aunque me frustraba que me rechazara.
Comencé a delinear en el lienzo aquellos ojos que me habían atrapado, los había memorizado, el color, la textura, la forma.
Llamaron a la puerta sacándome de mis pensamientos.
- Adelante –dije mientras me quitaba la pintura de los dedos con aquel trapo con solvente.
- Bonita pintura –dijo Cathy al entrar.
- ¿Qué tal estas hoy brujita? –le pregunte con una sonrisa.
- Me siento increíble hermano, jamás pensé que fuéramos capaces de hacer lo que hicimos hoy.
- Son capaces de mas –le recordé –pero están aprendiendo las cosas poco a poco.
- Supongo que sí.
Se quedo mirando mis pinturas sin terminar y sonrió.
- ¿sabes? –me pregunto –siempre me imaginaba historias sobre tus pinturas, me imaginaba que había personas que tenían que luchar contra dragones y brujas para poder llegara a tener ese paisaje.
Le sonreí de inmediato, siempre tenía esos recuerdos de Cathy inventando historias completamente fantasiosas, sobre una valiente guerrera que se había convertido en la princesa de un mundo mágico, para mí eso era mi hermana, la princesa de un mundo mágico, pero aun tenía que luchar para obtener su hermoso territorio.
- Agradezco que a papá lo hayan traspasado a esta ciudad –le confesé –me gusta verte feliz, como estas aquí.
Ella se fue a dormir.
Me quede en el cobertizo terminado mi pitara y al salir me encontré a una chica rubia, que por alguna razón se me hacia familiar.
- ¿Qué haces aquí? –le pregunte –es propiedad privada.
- Solo vengo a dejar un mensaje –dijo la chica –dile a Calixto que no lo tendrá fácil.
Acompañando sus palabras sentí un dolor punzante en el vientre y al bajar la mirada pude ver un cuchillo con una pluma negra encajada en mi abdomen, sentí aquel fluido tibio correr por mis manos y perdí la conciencia.

Venéficas, Las Tres Caras de Calixto: "La Prueba V" por Cathy

Hola chicas, nuevamente paso por aquí para dejar un nuevo capítulo, el último de "La prueba", espero les guste y nos vemos el próximo Lunes!!!!
Cathy
- ¡Basta, basta! - pido sentándome en el primer tronco que encuentro - No puedo más.
- Vamos Cathy, levántate, tenemos que seguir.
- ¿Pero a dónde? Yo tampoco puedo más, Corrine, descansemos un poco.
- Sí, tienen razón - se sienta con nosotras - ¡Odio estos zapatos! - se los quita y los lanza hacia la nada.
Su imagen es tan diferente a la Corrine de siempre que no puedo evitar reírme y Carrie hace lo mismo. Corrine no tiene más que reírse con nosotras, debemos vernos tan mal como ella. Llenas de lodo, cansadas, despeinadas y muertas de hambre. Porque para colmo de males no hemos podido comer nada.
Carrie suspira.
- Si no hay al menos un poco de acción aquí juro que mataré a nuestra guía y a nuestro guardián y... también a tu hermano - me dice.
- Yo también - acepto.
- ¿Oyeron eso? - preguta Corrine quedándose quieta y callada.
- ¿Es broma verdad? - la reta Carrie.
- No - niega y nos pide que nos callemos - Escucha.
El sonido de unas hojas moviéndose no muy lejos nos alarma.
- ¿Si saben que así empiezan las películas de terror, o no?
- Carrie - le pido medio asustada - Déjame ver.
Inhalo aire y pongo en práctica mi nuevo desarrollado poder para conectarme con mi elemento.
- ¿Qué ves?
- Nada inusual, sólo fauna y flora... - empiezo a explicar mirándo hacia ambas que no me quitan la vista de encima - eso - trago saliva - y un enorme pavo que se acerca a nosotras.
Carrie y Corrine voltean y junto conmigo suelan un grito.
Es el pavo más grande del mundo, pero es no es lo que asusta, sino sus ojos rojos y el humo que saca por su pico.
- Odio este mundo - se queja Carrie.
- Yo no, es bastante lindo - acepto y me miran espantadas - claro, sino hubiera tantas especies queriendo asesinarnos.
- Bueno chicas, ¿Quién quiere comer? - se levanta Corrine con fuerzas renovadas y de protno estamos las tres de pie.
- Somos tres hermanas con poderes y él es sólo un pollo enorme y furioso, tenemos ventaja ¿No creen? - pregunta Carrie a quien le ha cambiado la expresión.
- La señora Clarens quiere que trabajemos en equipo ¿No? Pues hagámoslo - sonríe Corrine.
- ¿Qué dicen si le damos movilidad al asunto? - pregunto y me agacho para poder tocar el suelo. Dejo fluir mi energía y ahí está, el suelo se mueve conforme se lo ordeno, la tierra me obedece, un hueco se forma justo donde el pavo va pasando y este caen en la trampa.
Las chicas sonríen y asienten orgullosas.
- Cuidado - les digo justo a tiempo para que Corrine voltee y pueda hacer algo contra el fuego que el enorme pollo ha lanzado de su pico.
Con un enorme chorro de agua que brota de sus manos vence el fuego y le llena de agua el pico al pavo.
- ¿Qué dicen si llevamos pollo rostizado para cenar esta noche?
- Una idea perfecta - asentimos Corrine y yo a la hora que Carrie empieza a lanzarle bolas de fuego.
Pero eso sólo lo hace enojar y gritar con una fuerza que nos hace taparnos los oídos.
- Cállalo Carrie.
- En eso estoy.
- Carrie - le grito pero no me escucha y es golpeada por una fuerte flama.
- Agua - grita Carrie pero tampoco puede hacer mucho.
- Tierra - ordeno y un montón de rocas se alzan por encima de la cabeza del pavo para caerle una por una hasta callarlo.
- ¿Estás bien Carrie?
- Sí, bien ¿Cómo lo acabamos?
Analizamos la situación, el pavo está en un hoyo, tenemos tres poderes a nuestro favor: Agua, Fuego y Tierra.
- Ya sé - decimos las tres a coro como si nos hubieramos leído las mentes y sin decir nada más sonreírmos y asentimos, nos colocamos en tres puntos distintos y Corrine llena el hoyo de agua dejando al pavo casi ahogándose, Carrie usa su poder para calentar el agua y yo tapo la enorme olla xpress que acabamos de improvisar.
- Pollo a la caserola, bien hecho chicas - nos dice la voz de Morgan por detrás de nosotras.
- Lo resolvieron sin hablar - nos dice Mark con una sonrisa.
- Creo que fue suerte - añade la señora Clarens sin darnos tanto crédito - Aun necesitan conectarse más, pero como primera prueba fue un buen resultado.
- Gracias, creo - dice Corrine.
- Basta de esto, vamos a comer, Morgan invita - nos dice Mark con una sonrisa ofreciéndome su mano.
La tomo y atravesamos un portal idéntico al que usamos para llegar aquí.
El patio de Morgan sigue como cuando nos fuimos, nada ha cambiado, ni siquier la luz del sol.
- Mírate, estás tremendamente sucia.
- Todas lo están - añade Morgan que acaba de llegar con Corrine a un lado - Si quieren usar el baño no tengo problema.
- Yo tengo una mejor idea - sonríe Corrine apuntando con sus manos hacia la entrada del portal.
- ¿Qué haces? - le pregunto.
- Ya verás - me dice y en cuanto Carrie sale por el portal ella la empapa de los pies a la cabeza.
Carrie se queda sin aire un momento, y cuando por fin reacciona.
- Oh, esto lo vas a pagar Corrine - le grita y empiezan a perseguirse por todo el patio.
- ¿Qué, tú no piensas jugar?
- Creo que yo prefiero el baño de Morgan - acepto y estoy por irme cuando una ráfaga de aire me atrapa y me eleva del suelo.
- Yo digo que no señorita - me dice Morgan quién obviamente me está controlando.
- Tuve un día faltal Morgan, bájame ya.
- Sí, Morgan, bájala ya - asiente Carrie con una bola de fuego en su mano. Corrine ha dejado de correr también y me espera con sus manos apuntándome.
- No Morgan, no me bajes - le suplico.
- Lo siento Cathy - se ríe de mí y sólo basta un segundo para que Carrie, Corrine y yo nos conectemos con la mirada.
Caigo al suelo con delicadeza y agilidad justo de frente a nuestro ángel y a nuestro guardián. Ellos no se lo esperan pero ahí están nuestrso tres poderes conectados para dejarlos igual de sucios que nosotras.
Después de todo, no fue un día tan malo.
Ahora sé que somos un equipo, que tengo dos nuevas hermanas increíbles y que juntos somos invencibles.

martes, 11 de octubre de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixto: "La Prueba IV" por Cathy

Hola chicas, bueno, como verán ya no estamos publicando los días que deberíamos ni lo hacemos cada semana, esa er la intenció pero la escuela, los problemas de salud, el trabajo... en fin, muchas cosas nos lo impiden. No estoy segura de cuándo publicaremos, Anny, Andy y yo nos tenemos que poner bien de acuerdo por un lado y por otro... creo que hay un pequeño problemita por ahí... No quiero darles detalles porque realmente no los tengo pero en cuanto lo platiquemos se los cuento...
Sin más chicas... las dejo leyendo...
Cathy
- ¡Chicas! - les grito emocionadas al verlas ya juntas.
- ¡Cathy! - me saludan con alegría.
- ¿Qué les pasó? - pregunto cuando las noto un tanto extrañas.
- Una cosa extraña de fuego nos atacó - cinfiesa Corrine.
- Y si no fuera por ella nos mata - le agradece Carrie - ¿Que a ti no te atacó nada?
- Sí, dos monsruos muy extraños, pero o hubo cuidado, nos deshicimos de ellos, ¿Verdad Morgan? - volteo para preguntarle pero no lo veo - Morgan.
Empiezo a asustarme. Np está por nungún lado.
- Mark - mi hermano también se ha ido.
- Chicas, tranquilas, recuerden lo que dijo la Señora Clarens.
- ¡Morgan! - no me importa lo que dijo la señora Clarens, yo quiero a Morgan ahora.
- Cathy - me tranquiliza Corrine - Ella dijo que cuando nos encontráramos pasaríamos al siguiente reto, como quien dice ya no tenemos que protegerlos a ellos, sino a nosotras mismas, por eso ya no están.
- Pero... ¿Estarán bien? - pregunto.
- Claro. Ellos fueron los que idearon esto, necesitan estar bien.
Eso me deja un poco más tranquila pero no del todo.
- Bien - suspira Carrie - Y entonces qué hacemos ahora.
- Bueno, no estoy segura, tenemos que conocernos ¿No? Ese era el punto.
- No entiendo, ya nos conocemos, somos hermanas, nos llevamos bien - se encoje de hombros Carrie.
Pienso un poco, recuerdo lo que Morgan me dijo:"- Puedo decirte lo que están pensando incluso sin verlas a la cara."
- Necesitamos conectarnos - les digo.
- ¿Conectarnos? ¿En qué sentido, Cathy? - pregunta Corrine.
- Saber lo que hacemos incluso sin vernos a la cara.
- Eso no es posible - se queja Carrie.
- Lo es. Recuerden la conexión que tienen con sus hermanos, es como... poder saber sus reacciones, lo que piensan, lo que quieren, lo que esconden, todo... aunque no estes exactamente a su lado.
A mi eso me pasa con Mark, aunque pensándolo bien, nuestra conexión no debió ser tan buena si nunca averigué que él era un ángel.
- Sí, es como cuando mi hermano hace una travesura, prácticamente puedo oler su culpabilidad - acepta Carrie.
- Pues eso necesitamos.
- ¿Pero cómo lo logramos? Con nuestros hermanos hemos convivido toda una vida, nosotras nos conocemos desde hace poco.
- No me digan que necesitamos abrirnos y contar todas nuestras vidas porque sinceramente... que aburrido - se queja Carrie.
- Te encanta hacerte le negativa, ¿No puedes por un momento pensar positivamente y ayudar en algo? - se queja Corrine.
- Y a ti te encanta hacerte la líder, aquí no hay líderes Corrine, somos un grupo.
- No estoy tratando de hacerme la líder, sólo estoy buscando soluciones aceptables.
- Tú y tu perfeccionismo, tu organización y tus respuestas a todo. Déjate llevar Corrine.
- Si me dejo llevar me pasa lo que a tí y no quiero terminar como tu, Carrie.
- ¿Cómo exactamente no quieres terminar, eh? ¡Dimelo! Dime de una vez lo que piensas de mí.
- Dejemos esto Carrie - le pide Corrine.
- ¡No! ¿Quieres hablar, no? ¿Quieres conocerme? ¡Pues bien! Hablemos. Yo empiezo. Me choca tu soberbia, tu ropita ridícula, tu afán por tener siempre buenas calificaciones, por ser perfecta y no dar problemas. Me chocan tus amigas, me choca tener que soportar sus miraditas de odio ahora que tenemos que estar juntas por todo esto. Yo no lo desee Corrine, por mí tu te podías quedar en tu perfecto mundo mientras yo seguía en mi fiasco de vida. Porque eso es lo que piensas de mi vida ¿No? Que es un fiasco, acépalo, dímelo, no me molesta, Corrine.
- Chicas... - les pido pero es inutil.
- ¿Crees de verdad que eso pienso de ti? Porque entonces no me conoces Carrie. Yo jamás he pensado eso ni de ti ni de nadie. Y sí, me esfuerzo por ser mejor cada día pero solamente para no defraudar a los que quiero, no es por soberbia, Carrie, no es porque quiera ser perfecta, es sólo que no quiero lastimar a nadie...
- ¿Y eso desde cuándo? ¿Eh Corrine? Porque a mi me lastimaste cuando me dejaste sola.
- No fue mi intención...
- ¡Pero lo hiciste!
- Porque no sabía cómo ayudarte, por que no supe cómo hacerte sentir mejor y eso me partía en dos... Eramos amigos Carrie, tu dolor me dolía y fui una tonta, lo acepto, pero nunca fue mi intención que rompiéramos con lo que teníamos... Yo te quiero mucho Carrie, incluso con todos estos años, con todas las ofenzas... Lo siento, lo siento - pedía Corrine con lágrimas en los ojos.
Carrie se había quedado muda, pero también tenía lágrimas en los ojo y yo... no pude controlarme, también lloraba.
- Lo siento yo también Corrine - le dice Carrie agachando la mirada.
Corrine deja atrás toda su fuerza, su entereza, su distancia y abraza a Carrie con todo el cariño del mundo. Carrie primero se queda pasmada, pero sonríe y la abraza también.
- ¿Aún somos amigas, verdad? - le pregunta Corrine.
- No, amigas no - me llama para que me una a ellas, lo hago y nos abrazamos las tres - Hermanas.

martes, 27 de septiembre de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixo: "La Pueba III" por Carrie

Hola! he vuelto, lamento no haber publicado pero estoy teniendo problemas de salud y ya saben apenas me voy reponiendo, sin mas las dejo leyendo el capitulo.
AnnyMark fue quien me llevo al bosque extraño, y tenía una sonrisa divertida en su rostro, me pregunte por qué, que le causaba tanta dicha.
Me sentí como una tonta después de escuchar las indicaciones de Clarens, eso explicaría su diversión, pero si algo tenía que aceptar y odiaba más que nada era el bosque, hacia frio y había tantos desniveles que cualquier persona podara terminar metida en un barranco.
Mark y yo nos internamos en el bosque y a pesar de todo, mientras Mark siguiera conmigo me daría valor para seguir adelante, no estaba dispuesta a quedar como una tonta frente a él, no señor.
- Ya quita esa cara de pocos amigos Carrie –me pidió con una sonrisa torcida que me hiso perder el piso por un instante.
- Que fácil sienta –me defendí –odio acampar.
El volvió a sonreír y yo me enfade y me adelante varios pasos.
- No te alejes Carrie, recuerda que tienes que proteger al que valla contigo.
Lo volta a ver con los ojos como platos, si se suponía que él era nuestro ángel ¿Por qué rayos tenía que protegerlo yo a él?
El ahora era el que se había adelantado, así que me cruce de brazos y me senté en el suelo.
El se detuvo y regreso a donde yo estaba.
- Carrie ¿estás haciendo berrinche? –me pregunto enarcando una ceja.
- Si es así, a ti que –le respondí con enfado.
- Y ¿Cómo planeas salir de aquí con esa actitud?
- Quieres dejar de regañarme Mark –le pedí –en primer lugar yo no decidí venir, casi me trajiste a rastras.
- No seas exagerada –dijo entre risas –a mi me pareció que tú eras la que guiaba.
Su comentario me enfado mas, sobre todo porque estaba a punto de sonrojarme y eso no me gustaba, de cierta forma me hacía sentir vulnerable.
Después de un rato de risas por fin se puso serio y me tendió la mano.
- Hagamos un buen equipo Carrie, mientras más rápido encontremos a las otras más pronto saldrás de aquí.
Me mordí el labio inferior meditando su propuesta, aunque claro, ya me había convencido con eso de hagamos un buen equipo, el y yo, la idea me gustaba demasiado.
Mientras caminamos charlamos un poco sobretodo de sus pinturas, Mark era un verdadero artiza, el siguiente Dalí o Leonardo da Vinci.
- Carrie me conto que tienes una banda –cambio de tema.
- Sí, pero no somos muy buenos –confesé.
- Y ¿estás saliendo con alguien?
- En realidad no, ya sabes, necesito tiempo para mí y con todo lo que está pasando en mi vida apenas logro tenerlo.
- ¿Qué hay de Robie?
- Un amigo, casi un hermano
- ¿Y Jamei?
- Admito que antes de conocerlo me gustaba, ya sabes por su estilo misterioso, pero no, es un gran tonto.
Asintió como que muy satisfecho de mi respuesta.
- Qué me dices de ti gran pintor ¿hay alguien que te interese? –le pregunte.
- Hay una chica, ya sabes, es pequeñita y se cree muy ruda, pero tiene corazón de pollo.
- Ah ya –dije fingiendo indiferencia –me gustaría conocerla.
El callo en mi juego y frunció levemente el entrecejo.
- No me sigues el juego ¿verdad?
- No sé de que hablas –fingí inocencia.
Continúe con mi camino pero al pasar a su lado sentí satisfacción al ver su cara de fastidio.
Ahora la que estaba fastidiada era yo, ya llevábamos demasiado tiempo caminando y comencé a temer que jamás saldría de ahí.
- ¿Cómo se supone que saldré de aquí? –explote furiosa –no sé ni siquiera en donde estoy yo y ¿quieres que encuentre a las demás?
- No las encuentras por que no las estas buscando –me dijo.
- ¿Qué no las estoy buscando? ¿Y entonces que estoy haciendo?
- No te enfades Carrie, solo búscalas.
- ¡Maldita sea Mark! ¡Las estoy buscando! –le grite.
El solo sonrió y me tomo de la mano.
- ¿Qué sientes ahora? –me pregunto.
- Tu mano –le respondí.
Entonces soltó mi mano dejando una sensación de hormigueo.
- ¿Qué sientes ahora? Se sincera.
- Hormigueo –le respondí.
- ¿sabes por qué?
Negué con la cabeza.
- Es energía –dijo –y Carrie, acabo de darte una pista, me la debes.
- ¿Qué pista? –le pregunte extrañada.
- Tú piénsalo.
Fruncí el entrecejo y razone sus palabras, hablaba de energía, entonces lo que tenía que buscar no era a las chicas, sino su energía y así sería más sencillo hallarlas.
Me concentre en mirar mas allá de la enorme verde de mi alrededor y funciono a la perfección, justo a unos pocos kilómetros podía sentir la energía de Cathy t hacia el otro lado la de Corrine, pero ¿por quién iría primero? Tal vez la que estuviera más cerca.
Entonces me encamine hacia Corrine, quien parecía acercarse cada vez más.
- ¡Carrie abajo! –me advirtió la voz de Corrine, pero no sonó a distancia fue en mi cabeza.
Me tire al piso de inmediato y una enorme llamarada de fuego me paso rosando.
Levante la vista y hacia mi corría una especie de animal envuelto en llamas.
De nuevo arrojo aquellas llamaradas y las esquive apenas con suerte.
Trate de atacar a la cosa esa, pero no tendría sentido, yo usaba el fuego y eso era de fuego, pero y si… ¿y si pudiese también reducir las flamas asta extinguirlas? Al menos no perdía nada con intentarlo. Aunque no sabía cómo hacerlo, a decir verdad, ni siquiera sabía cómo era que creaba mis llamas.
Me concentre por que se creaba el fuego, recordé mi clase de química, aunque era muy aburrido la clase se me había quedado pegada en los casos, era una reacción de oxidación rápida por la evolución de la energía en calor.
Entonces esa era la clave, de alguna manera tenía que extraer su energía, o una salida simple, encontrar agua.
En ese ínstate y pensé en Corrine.
Sin esperarlo Corrine corrió arrojando burbujas de agua haciendo que aquel monigote extraño retrocediera. Esta sin duda era una batalla de Corrine, yo solo empeoraría las cosas.
La batalla duro poco pues esa cosa salió corriendo cual perro apaleado.
- Gracias Corrine –le agradecí con sinceridad.
Ella sonrió.
Ya estábamos dos juntas, solo nos faltaba encontrar a nuestra tercera hermana, el pegamento entre dos maderas muy diferentes.
Ambas caminamos hacia donde estaba se podía sentir la energía de Cathy y Morgan ambas dispuestas a continuar con nuestra misión.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixto: "La Prueba II" por Cathy

Hola chicas, nuevamente yo por ser Lunes, espero que les guste el capítulo, a mí sí, jeje... mmm... no sé qué más comentar así que las dejo leyendo...
Cathy
- ¿Cuánto más vamos a caminar? - pregunto a Morgan desesperada después de horas dando vueltas al dichoso mundo mágico.
- Lo que tengamos que caminar.
- No me vengas con argumentos filosóficos Morgan, no estoy de humor.
Morgan en lugar de enojarse o molestarse se empieza a reír haciendo que mi humor empeore.
- ¡Callate Morgan! - le grito enfadada.
- No conocía esa parte de tí Cathy - me dice en tono de burla.
- Pues ahora ya la conoces - respondo aún enojada y fatigada.
- Hasta me haces extrañar a Carrie ¿Sabes? Y yo que pensé que de las tres eras la más dulce.
- Mejor explícame qué rayos tenemos que hacer ¿Quieres?
- Ya te lo expliqué.
- Pues otra vez.
- Tenemos que buscar a tus hermanas, primero.
- ¿Y después?
- Tendrán que convivir como hermanas.
- Eso ya lo hacemos - le explico - Carrie y Corrine se llevan mucho mejor y justo hoy en la mañana.
- Sí, sí, fuiste de compras con Carrie, ya lo sé - me dice harto de la misma cantaleta - pero el hecho de que tú y Carrie vayan de compras y de que ahora ella y Corrine ya se soporten, o al menos se hablen sin insultarse, no quiere decir que se estén comportando como verdaderas hermanas.
- ¿Y cuál es el punto? Yo no hago cosas distintas con Mark, y es mi hermano de a de veras, lo conozco de toda la vida.
- Eso es lo que quiere la guía.
- ¿Que nos conozcamos de toda la vida? Es imposible.
- No, yo siento que ya las conozco de toda la vida.
- ¿Por qué lo dices?
- Puedo decirte lo que están pensando incluso sin verlas a la cara.
- Claro - le digo irónica - A ver, dime lo que estoy pensando.
- No vale.
- ¿Por qué?
- Porque te daría pistas de cómo hacerlo y La Guía se enojaría conmigo.
- Es injusto, debió habernos preparado, al menos mentalmente. Yo ni siquiera sabía que tendríamos que hacer una prueba.
- Pues entonces vete preparando desde ahora, no sólo será una prueba.
- ¿Habrá más como esta?
- Como esta exactamente, no, pero sí, habrá más pruebas - suspiro frustrada.
- ¿Y dónde están las demás?
- No sé - se encoge de hombros.
- Claro que lo sabes - acuso.
- Tú debes encontrarlas.
- ¿Y cómo voy a hacer eso? Hemos caminado por horas y ni rastro de ellas. Ni de ellas ni de nada más, sólo vegetación, vegetación y más vegetación.
Morgan sonríe.
- No te desesperes y concéntrate, lograrás encontrar la manera de hallarlas.
Suspiro otra vez, cierro los ojos y trato de relajarme. Pasan largos minutos y nada.
Morgan empieza a reírse.
- ¿Qué?
- Te dije concéntrate, no cierra los ojos y piensa en películas de karate kid.
- No estaba pensando... ¿Cómo supiste?
- Te dije que yo lo sabía todo.
- ¿Lees mentes?
- No - responde con desinterés.
- Claro que lees mentes, de otra manera jamás habrías averiguado en qué pienso.
- No las leo... exactamente.
- ¿O sea que si lees mentes? - eso me hizo sonrojar sin querer.
Morgan se ríe al verme.
- ¿Por qué te pones de colores?
- ¡Porque quiero! - me enojo esperanzada en qué no sepa lo que estoy pensando justo ahora. ¿Y si ya descubrió que me gusta? Tal vez leyó la mente de Carrie y ella lo sospecha.
- Tranquila, no leo mentes - me dijo aunque no le creí - es otra cosa, algo intuitivo, en parte por mi poder, en parte por que soy su guardián.
Seguí sin creerle.
- Vamos concéntrate.
Vuelvo a suspirar y me dejo llevar por algo, lo que sea. Morgan dijo que proviene de la intuición y me parece que esa es una palabra clave. Intuición.
De pronto es como si estuviera viajando, corriendo muy rápido por entre verde y más verde, no puedo distinguir nada hasta tiempo después, cuando me doy cuenta que por donde corro son plantas, árboles y arbustos, y poco a poco los colores distintos al verde se hacen presentes, hay flores, tierra y hasta logro ver un río a lo lejos. Todo se conecta conmigo, todo es parte de mí, o quizá es que yo soy parte de todo. No, es más bien como si yo fuera la naturaleza que me rodea. Ya no corro, SOY todo eso por donde paso.
Y a unos cuantos kilómetros se ven unas siluetas, ambas separadas por un rango no mayor al que me separa de ellas, son dos de un lado y dos del otro, medianas, menudas, y sé de quiénes se tratan, son Carrie y Mark de un lado y Corrine y la señora Clarens del otro, quiero decirle a Morgan que las he encontrado pero algo me distrae, ellos y nosotros no somos las única siluetas que se distinguen, hay varias más, muchas más, rodeándolas y rodéandome, son más altas y corpulentas, y cuesta saber cómo lo sé, pero son peligrosas.
- ¡Morgan! - le grito justo cuando veo detrás de él, sin ni siquiera abrir los ojos, una figura como de rinoceronte en dos patas acercándose a Morgan por detrás.
Abro los ojos cuando lo avienta por los aires a quien sabe dónde, y me distraigo lo suficiente para dejarme golpear por el rinoceronte. Caigo a unos metros y la cabeza me duele, casi he quedado incosciente. Veo doble mientras me levanto y trato de ubicar a Morgan, él también ya se está levantando.
El rinoceronte va tras él.
- Morgan - le suplico que haga algo.
- No puedo - me dice - eres tú quien tiene que luchar, no yo - y justo en ese momento, como si Morgan estuviese atado de pies y manos sin poder siquiera correr a esconderse, el rinoceronte vuelve a atacarlo y él no hace nada.
Ésta vez, ni siquiera se levanta. Y el rinoceronte va contra él nuevamente. ¿Qué hago?
- Usa tus poderes Cathy - me grita.
Estoy nerviosa y asustada, pero logro pensar.
Me hinco el el suelo, pongo mi mano en la tierra y dejo surgir mi poder.
No tengo que esfrozarme, resulta ser demasiado sencillo, sólo imagino lo que quiero y ahí está, por arte de magia, la barrera de tierra que quiero para proteger a Morgan.
El rinoceronte se estampa contra ella y se va de espaldas aturdido, pienso rápido. Morgan está bien, estoy en mi ambiente, en mi "terreno".
Y así como me lo imagino las rocas empiezan a levantarse del suelo para poder yo avanzar sobre ellas. Me cuentas un poco más pero elevo una más grande por encima de la cabeza del rinoceronte que aún no se levanta y justo cuando la piso caemos las dos sobre él. La roca se parte y yo bajo al suelo ágilmente. El rinoceronte ha quedado fuera.
- Muy bien - me dice Morgan apareciendo detrás de la barrera.
- Gracias - le digo avergonzada.
- Atrás de ti - me dice volviendose a quedar quieto y no necesito voltear para saber que una figura alta viene detrás de mí. Nuevamente mi intuición hace todo el trabajo.
Salto más de lo que creí poder saltar dando una marometa hacia atrás y quedando ahora detrás del nuevo monstruo que se parece a un pavo real gigante pero menos gordo, caigo al suelo de pie y extiendo mis brazos dejando fluir mi energía, las lianas de los árboles aprisionan a mi nuevo contrincante y lo dejan quieto, atraigo una rama del árbol más alto y con ella lo tomo por las patas subiéndolo y dejándolo ahí como una piñata.
- Estás avanzando más rápido de lo debido - me sonríe Morgan soriendo.
- Y ya sé dónde están mis hermanas, vamos por ellas.
- ¿Quieres salir de aquí, eh? - afirma divertido.
- Es que aún tengo tarea que hacer.

martes, 13 de septiembre de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixto: "La Prueba I" por Cathy

Hola chicas, ya sé que nos tardamos como un millón de años en publicar ésta entrada pero surgen ciertos problemas, la escuela, en mi caso.
Como sea, aquí les dejo éste capítulo que espero les guste mucho y no se aburran, sigan visitándonos!!!!
Un beso!!!
Cathy
- Pongan atención niñas, esto es importante - nos llamó la señora Clarens desde la sala.
- Ya lo veremos después, niña lista - discutían Carrie y mi hermano acerca de una respuesta al Trivia Disney.
-  Me choca tanto como a ti Mark, pero tiene razón - la apoyó Corrine - la Princesa de Disney que canta "Quisiera" es la Bella Durmiente.
- Ya ves... - le dice Morgan a Carrie - ruda, ruda pero ganaste en Disney Trivia.
Carrie le saca la lengua y yo me río mientras seguimos caminando hacia la sala.
La señora Clarens ya está ahí, sentada en su habitual silla mecedora y esperándonos para hablar seriamente. Sé que Morgan y mi hermano saben de qué va esto pero en toda la semana no nos dijeron nada y dudo que nos den una pista justo ahora.
- Niñas - nos dice seriamente - siéntense - lo hacemos.
Carrie, Corrine y yo en el sillón más grande, justo frente a ella, como niñas regañadas mientras Morgan se va del lado de Carrie y Mark se queda conmigo.
- Como su guía tengo el deber de mostrarles el camino más simple hacia la victoria, pero todos sabemos que la victoria nunca es sencilla y mucho menos si hablamos de una victoria mágica.
Corrine, justo en medio de Carrie y mío, asiente, yo la miro de reojo sintiendome todavía fuera de lugar.
- Su primera batalla fue todo un éxito, derrotaron al Cuentacuentos y no crean que no lo tomo en cuenta, pero aún con las semanas de entrenamiento que ya llevan, y con los poderes que tienen, necesitan algo más.
- ¿Qué? - pregunta Carrie, ansiosa como siempre, cuando la señora Clarens no dice una palabra más.
- Hermandad.
- No entiendo, nos llevamos bien, mucho mejor que antes, ya no me dan ganas de matar a Carrie cada que la veo.
- Lo sé, han progresado, pero no es suficiente. Necesitan tenerse confianza, ser una. De tal modo que sepan lo que la otra está pensando mucho antes de que lo piense. ¿Me explico?
- Seguiremos intenando - prometo y sé que ellas también lo intentarán.
- Yo sé, pero el tiempo se nos viene encima, el Cuentacuentos sólo fue el primero de muchos y vendrán algunos más poderosos, ellos no se tentarán el corazón al verlas.
- ¿Y el cuentacuentos lo hizo? - pregunta Carrie sarcástica.
- El cuentacuentos les dio tiempo - responde Morgan - Creyó que las vencería y trató de jugar con ustedes antes de matarlas, ustedes aprovecharon esa oportunidad pero sinceramente chicas, no va a ser suficiente la proxima vez sólo jugar a salvar el mundo, van a necesitar más.
- Yo no estaba jugando, mi vida dependía de ganar - se quejó Corrine.
- Ok, pero fue un golpe de suerte y eso tienen que aceptarlo - intentó calmar la situación la señora Clarens.
- Golpe que no siempre se les dará - terminó Morgan.
- Si es cuestión de salvar nuestras vidas vamos a hacer lo que sea necesario.
- Hablas por ti, Corrine - le habló nuestra guía - ¿Pero qué hay de Carrie y Cathy?
- Ellas también pelearán.
La señora Clarens no dijo más. Había algo escondido en ese comentario, algo que Corrine, debido a que se estaba enojando, no podía ver, y yo, debido a que no estaba del todo poniendo atención, tampoco.
- Lo que sea, podemos ganar, tenemos unos poderes increíbles.
Carrie tampoco estaba entendiendo el punto.
- Si ustedes lo creen, entonces no tendrán problema en enfrentarse a una pequeña prueba que les tenemos - dice tranquilamente la señora Clarens
- ¿Prueba? - preguntamos las tres a coro.
- Sí, prueba - se levanta nuestra guía, va hacia el patio trasero y Morgan y Mark nos indican que la sigamos. Lo hacemos, llegamos hasta la barda del jardín de Morgan y ella se detiene justo frente a unos arbustos que tapan dicha barda.
- ¿Preparadas? - nos pregunta y aunque quiero negar sé que no debo.
Nadie habló nunca de una prueba.
La señora Clarens se acerca a los arbustos y desaparece tras ellos.
- ¿Qué esperan? - nos pregunta Mark - Adentro.
- ¿Adentro de dónde? - pregunto asustada.
- Adentro, aquí - me dice Morgan con una sonrisa y me toma de la mano guiándome por entre los que me parecen los árboles más anchos del mundo - Abre los ojos Cathy - se ríe de mí aunque aún siento su mano entrelazada a la mía.
No lo puedo creer. No hay barda, volteo y ni siquiera está la casa de Morgan, estamos a mitad de la nada, sólos, él y yo.
- ¿Qué es esto? - pregunto buscando, entre la inmensidad del bosque/jardín en el que estoy, a Carrie, Corrine, Mark y la señora Clarens.
- Bienvenidas al Mundo de la Magia, niñas - se escucha desde quién sabe dónde la voz de nuestra guía - Su prueba aquí será conocerce mejor, a ustedes mismas y a sus hermanas, no me importa el tiempo que se tarden, no podrán salir de aquí hasta que eso suceda.
- ¿Cómo que no podremos salir de aquí? - pregunto cada vez más aterrada.

- Shh - me pide Morgan con una sonrisa - Escucha.
- La prueba se divide en tres partes, la primera será encontrarse, mientras lo hacen enfrentearán problemas individuales, problemas de los cuales tendrán que salir ilesas y proteger al que vaya con ustedes, la segunda será, ya juntas, comunicarse como las hermanas deberían, y la tercera encontrar la salida, lo cual no podrán hacer si no logran conocerse. ¿Ha quedado claro? - pregunta la voz de la señora Clarens.
- No - niego a punto del desmayo.
- Buena suerte Hermanas...

jueves, 18 de agosto de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixo: Un Fin de Semana

Bueno como ya sabrán nos tomamos una semanita de vacasiones, y pues no pude publicar ayer devido a que ya estoy en clases, si despues de un año de foja regrese a estudiar, no me molesta, pero si me fastidia tener que levantarme temprano, es una capitulo un poco aburrido a mi gusto, pero estoy preparando uno un poco mas interesante, es que por el momento tengo el sindrome de desinspiracion y si lo escribo asi no me saldra nada bueno
sin mas las dejo leyendo.
Después de ese día la semana fue bastante tranquila, la verdad es que me comencé a acostumbrar al hecho de ser diferente, aunque, jamás había encajado en el concepto de normalidad.
La casa de Morgan se había buleto como un segundo hogar, pasábamos más tiempo ahí que en nuestras propias casas, y a pesar de que me fastidiaba el hecho de aceptar que hasta Corrine y yo nos estábamos llevando mejor, nos comenzamos a juntar las tres a la hora del almuerzo, el primer día, Robie y Jamei se quedaron con el ojo cuadrado, pero la verdad es que mis cambios de humor eran de 360° y era mejor no cuestionar si no querían terminar con tortícolis.
El fin de semana se acercaba, y toda la semana nos habían dicho que tenían que hablar con nosotras de algo, no quería admitirlo pero me moría de la curiosidad.
También estaba Mark, no era conveniente pensar en el, estaba descubriendo que me gustaba, en verdad me gustaba, y lo peor es que Morgan comenzaba a darse cuenta y eso me ponía de nervios.
Sentí un gran alivio al escuchar la campana que anunciaba la salida, estaba tan feliz por ser fin de semana que metí mis cuadernos a mi mochila con rapidez y salí del edificio con la sensación de “¡Soy libre!”
- ¿A dónde con tanta prisa? –me pregunto Morgan alcanzándome.
- Ya cumplí con mi dosis de castigo comunitario semanal, me voy a casa –le respondí.
- Mira pequeño gnomo de jardín –comenzó a decir –algún día, cuando tengas tu diploma en la mano no lo llamaras castigo.
- Lo siento gran maestro de la responsabilidad –comencé a bromear.
Era muy sencilla la camaradería que tenia con Morgan, siempre fue así desde que lo conocí.
Arroje mi mochila a mi auto que seguía haciendo su santa voluntad y encendía solo cuando quería.
- ¿Nos vamos chicos?- pregunto en cuanto se nos acerco.
Los últimos dos días yo estaba llevando a Cathy a su casa pues a Mark se le complicaba con la universidad pasar por ella.
Asentí y los tres subimos a mi chatarra de quinta.
- ¿Por qué no ahorras y te compras un auto que funcione? Digo, para varear
El auto se había apagado a mitad de camino y no quería encender, fulmine a Morgan con la mirada, odiaba cuñado hacia bromas de mi auto y mi escaso habito para ahorrar dinero.
- Bueno no tienes que comprar otro, puedes enviarlo al mecánico –sugirió Cathy.
Sonreí y entre los tres comenzamos a empujar el auto a un lugar en donde lo pudiéramos dejarlo estacionado.
- Aunque podríamos tratar de arreglarlo entre las tres –continúo.
Morgan se paró en seco dejándonos todo el peso del auto.
- ¡Aun no están listas para eso! –dijo alarmado.
- ¿Qué dices? Después de vencer al Cuentacuentos ¿Dudas de nuestra capacidad? –me queje.
- No es eso Carrie, es solo que no quiero que terminen heridas.
- Pero estoy segura de que si seguimos practicando, lo lograremos –comento Cathy con entusiasmo.
- Me encanta que pienses así –le dijo Morgan.
En ese momento comencé a sentirme incomodo, como en aquellas ocasiones en las que tu institor te dice que haces mal tercio.
Morgan le sonreía a Cathy de una forma particular, una forma que jamás había visto.
- Si no seguimos empujando jamás llegaremos a nuestras casas –dijo de inmediato Cathy.
No pude evitar soltar una carcajada, estaba sonrojada y nos evitaba a ambos.
Llegamos a casa de Cathy y la motocicleta de Mark ya estaba estacionada en la entrada de su garaje.
- Carrie, ¿me acompañarías mañana al centro comercial? –me pidió Cathy antes de entrar a su casa.
Asentí y camine junto con Morgan hacia su casa.
Durante el camino le eche miraditas y claro que él lo notaba pero se hacia el que no.
- Que chocante Carrie, deja de verme así –se quejo después de un rato.
- Lo siento pero “me encanta que pienses así” –comencé a burlarme imitado su tono.
- ¿Qué tiene de malo? Es una chica optimista.
- Si Cathy es muy agradable.
- No solo eso, también es inteligente y valiente –dijo.
- Y te gusta –conjeturé.
- No es así Carrie, solo digo que es muy simpática –se defendió.
- Y muy bonita.
- Si –admitió.
- Entonces, si te gusta.
- No – insistió.
- Pero, dijiste que era bonita –dije con tono infantil.
- Si pero también creo que tu y Corrine son bonitas y ni por eso tienen que gustarme.
Solté una carcajada fuerte.
- Ya en serio Morg, no crees que yo sea bonita.
- Si lo creo, solo es cuestión de que tú te lo creas.
Me mordí el labio apenada.
- Un momento, ¿Cuándo convertimos mi interrogatorio en tu terapia psicológica?
Ambos nos echamos a reír y entre broma y broma llegamos a casa de Morgan.
Llegue muy tarde a casa así que entre con sigilo completo y me encerré en mi habitación, como no podía dormir me dedique a hacer mis deberes, nada común, pero era mejor que no hacer nada.
Me levante a la mañana siguiente y repetí la rutina de todos los fines de semana, primero deje a mi hermano en su tropa infantil de boy scauts, después regrese a casa y desayune y al medio día fui a recoger a Cathy para ir al centro comercial.
Llame a la puerta y el que me abrió fue Mark.
- Hola Carrie –me saludo con su típica sonrisa.
- ¿Está Cathy? –le pregunte.
- ¿por quién más vendrías? –bromeo –bajara en seguida.
- Invita a pasar a tu amiga –se escucho desde adentro –no seas descortés Mark.
Mark se movió de la puerta y me dejo pasar.
Me lleve una gran sorpresa al ver a la mamá de Cathy, era muy bonita, y se parecía mucho a ella, incluso me avergoncé por ir en las fachas que iba.
- Debes de ser Carrie –se acerco a mi – yo soy Linda, Cathy habla mucho de ti.
- Si bueno, suelo impactar a la gente que conozco –bromee.
Ella se rio, un sonido melodioso, bastante agradable.
Cathy bajo un momento después y se despidió rápido de su madre y de su hermano.
Salimos de la casa y Mark nos alcanzo en el potoco.
- ¿Irán a casa de Morgan después del centro comercial? –nos pregunto.
- Como si no fuera obvio hermanito –le respondió Cathy con una sonrisa.
Comenzamos nuestro trayecto al centro comercial.
- Le agradas a mamá –cometo Cathy.
- Pues deber haberle contado maravillas, incluso la mamá de Robie me teme.
Ella compendio a que me refería, Robie tenía un aspecto rudo, salvaje, así que si ella me temía era por obvias razones.
- También le agradas a Mark ¿sabes? Es muy cordial contigo.
Me encogí de hombros y seguimos caminando.
- ¿crees que a Corrine le guste alguien? –me pregunto.
- No lo sé, con lo fresa que es, probablemente tendría que ser un extraterrestre con un nombre extraño, pero en todo caso, tendrías que preguntarle a ella.
Ella asintió y seguimos caminando.
- ¿Sabes? Morgan piensa que eres bonita.
Ella se sonrojo.
- ¿En serio?- pregunto
- Si, ayer lo dijo, pero se excuso diciendo que también pensaba que Corrine y yo lo éramos también.
- Pues lo son –aseguro.
Después de eso platicamos de banalidades de la escuela, y de otras cosas sin mucha importancia el resto de nuestro camino.

martes, 16 de agosto de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixto: "Preguntas" por Cathy

Hola chicas, lamento mucho la demora. Me fui de vacaciones ¿Saben? Y no pude subir antes. Lamento de verdad el retraso. Pero aquí está el siguiente capítulo, espero no sea aburrido, después del capítulo de Andy que me pareció excelente éste regresa más a los diálogos. En fin, la próxima semana inician mis clases pero como son los primeros días no creo que dejen tarea así que por aquí me tendrán!!!
Las dejo leyendo!!!
Cathy
Estaba exhasuta, me dolían todos los músculos de mi cuerpo, músculos que antes de hoy ni siquiera imaginaban que pudieran dolerme, necesitaba un buen baño y muchos días de descanso.
- ¿Mamá y papá saben lo que soy? - pregunté a Mark observando una foto de toda la familia junta.
- No exactamente - contestó con un mohín en el rostro.
- Soy su hija, deberían.
- Sí, respecto a esa parte...
- ¿No me digas que soy adoptada? - pregunté esperando cualquier cosa. Mark se rió.
- No Cathy, mis padres son tus padres biológicos pero aunque saben que eres una niña muy especial no saben de qué forma.
- ¿Por qué?
- Sucesos como el de hoy empezarán a pasar continuamente - me dijo serio y tomándo mi mano cariñosamente - El Cuentacuentos sólo fue el primero de muchos, quizá cientos. No es que me guste decirte esto hermanita, pero el ser una de las reencarnaciones de Calixto trae grandes responsabilidades y es lo que tú, Carrie y Corrine tendrán que hacer de ahora en adelante.
- Me lo imaginaba, pero eso qué tiene que ver con que mis padres sepan lo que soy o no.
- Lo que ustedes son es un secreto. El destino tenía que encargarse de unirlas y mientras eso pasaba el deber tanto del guardián, como del guía, como del ángel, era simplemente mantenerlas a salvo. Si alguien aparte de mí hubiera sabido quién eras te hubiese puesto en peligro, no sólo a tí, sino a todo lo que la dinastía de Calixto representa ¿Me entiendes?
- ¿O sea que estos ataques, como el del Cuentacuentos, pudieron haber empezado antes? - pregunté empezando a entender.
- Mucho antes - aceptó - Por eso tenía que ser un secreto.
- ¿Y somos realmente hermanos?
- Sí.
- ¿Por qué eres un ángel?
- Esa es una historia interesante - sonrió - ¿Recuerdas al viejo señor Flynn?
- ¿El dueño de la papelería junto al kinder al que iba? - pregunté apenas recordando - Más o menos ¿Qué tiene él que ver?
- Él era tú ángel - me dijo y eso me dejó muda - El reino de la magia es complicado, quizá con el tiempo lo entiendas, a mí me tomó unos años.
- Pero el señor Flynn murió.
- Por eso es que ahora yo soy tú ángel. Pocas semanas antes de morir él me heredó la responsabilidad de cuidarte, me dijo que sólo yo podría hacerlo.
- Pero eras un niño, pudo dárse a papá o a mamá.
- Eso hubiera sido sospechoso, en cambio el que te cuidara un niño de apenas 8 años, no lo es - sonrió orgulloso.
- ¿Y tú aceptáste, por qué?
- Te quiero, eres mi hermanita, haría cualquier cosa para mantenerte a salvo. Eso es lo que vió el señor Flynn y por lo que me eligió.
- Mark - lo abracé feliz. Suspiró
- Lo que nos espera será difícil, no pueden tomarlo a la ligera. Morgan les ayudará en cuanto a su entrenamiento y...
- ¿Entrenamiento? - pregunté extrañada.
- Claro, no creías que iban a luchar así como así.
- Hoy lo hicimos bastante bien.
- Lo sé, pero mira lo cansada que estás. Deben aprender a controlar sus poderes, saber hasta qué grado pueden llegar y no pasarse de la raya, de lo contrario podrían morir Cathy.
- Hoy no me costó trabajo manejar mi poder.
- No, pero no lo hiciste responsablemente, de haberlo hecho no estarías cansada.
- Fue la primera vez.
- Los poderes son naturales Cathy, no forzados. A lo que me refiero es que deben aprender a utilizar esos poderes sin necesidad de esforzarse ¿Me explico?
- Un poco.
- Es que estás cansada, ve a dormir y mañana hablamos con tranqulidad.
- Mark - le dije - Esto es muy extraño.
- Lo sé hermanita, pero te gustará, es tu mundo.
- ¿Qué pasará con Carrie, Corrine, Morgan y la señora Clarens?
- Somos un equipo, seguiremos juntos.
- ¿Hay algo más que debería saber?
- Mañana hablaremos de eso. De todos modos es algo que tus hermanas deberían escuchar.
- Ok - asentí subiendo las escaleras.
Mis hermanas. Nunca había deseado tener hermanas, me gustaba que fuéramos sólo Mark y yo, pero conociendo a Carrie y Corrine supongo que no pude haber tenido mejores hermanas. Hoy habían luchado bastante bien y parecían ya no quererse matar entre ellas. Éramos un gran equipo. La señora Clarens era dulce, nos hablaba con cariño y paciencia, nos quería. Mientras que Morgan... era mejor no pensar en él por ahora, ya bastante tenía sabiendo que era nuestro guardián.

viernes, 5 de agosto de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixo: El Cuentacuentos

Hola, Por fin es viernes y llevo toda la semana esperando este dia, por que, me gustan los viernes, lo malo es que me quedan nueve dias para entrar a la escuela, y no agrada mucho la idea, pero es mi ultimo Año en prepa y despues podre estudiar lo que yo quiera cuando quiera y como quiera... bueno no cuando quiera pero si como quera y cuando quiera. En fin, me esfore horrores ara hacer este capi, pues yo no soy taaan novelista como MaGe y Anny, pues apenas voy incursionando, pero la historia cuando la lei me gusto tanto que quise participar.
Bueno yo no relate la historia de Calixto pues ya esta en el prologo de la historia, jejeje se me aria muy repetitivo asi que si no la han leido esta en la pestaña que dice Venéficas Las Tres Caras de Calixto a un lado de Página Principal y tambien pueden encontrar todos los capitulos anteriores.
Sin mas las dejo leyendo, y no se olviden espero sus comenarios con ansias.
☺Andrea mi☺



El cuenta cuentos


Una tarde larga, y pesada, tener que compartir mi día con Carrie me ponía de malas, y aun me parecía imposible que fuéramos hermanas, una idea inconcebible, aunque claro, después de saber que cada una de nosotras tres éramos una parte de Calixto hacia un poco razonable que las tres fuéramos tan distintas, y aunque me fastidiara reconocerlo muy parecidas en muchos aspectos.
Después de que nos contaran la historia de Calixto y de lo que le habían hecho las brujas comenzó a pensar que todo se trataba de un juego. No podía aceptar la idea de que yo fuera una bruja o Wicca o lo que supuestamente era, eso no existía, y no tenia lógica, solo era un tonto juego.
Lo que más me molestaba es que Catherine y Carrie se lo estaban empezando a tomar con mucha naturalidad, no les molestaba, y pedían saber más y más.
Se empezaba a hacer tarde y aun nos faltaba mucho por terminar, así que al final nos aplicamos en el trabajo, y debo dar merito a Morgan y al hermano de Catherine quienes se pusieron a ayudarnos.
Terminamos ya bastante tarde, y no es como que me importara, de hecho me alegraba, no quería llegar a casa y tener que escuchar las eternas disculpas de mis padres por no haberme dicho que era adoptada, no había que perdonar, los seguía queriendo igual, tal vez incluso más.
Hacía bastante frio en la calle, algo extraño para estar en pleno verano.
Eche un vistazo por la calle antes de subir a mi auto, nada más que costumbres de seguridad y pude notar que un hombre caminaba en medio de la acercaba.
Carrie también lo había notado y me jalo del brazo.
- No me da buena espina- me dijo- vamos adentro.
- Entonces cuando las hermanas trataron de refugiarse suelo de su alrededor se desmorono dejándolas apartadas de su salvación.
Me quede extrañada mirando a aquel hombre y la tierra comenzó a temblar bajo nuestros pies, caímos estrepitosamente.
El hombre salto de la superficie hacia en cráter en donde nos encontrábamos.
- ¡Corrine! ¡Carrie!- escuche como gritaba Catherine desde la superficie.
Gire para ver a Carrie, quien no le quitaba la vista de enzima a aquel hombre.
Me levante y trate de ver por donde salir, pero estábamos en un cráter bastante vacio. No sabía qué hacer, mi reacción principal en situaciones de peligro era salir corriendo a un lugar donde estuviera a salvo.
- ¡Carrie tenemos que salir de aquí!- le dije con desesperación.
- Ya lo sé- me respondió- pero no veo por donde.
- Entonces la tercera hermana cayó junto con las otras dos, facilitándome el trabajo de destruir a Calixto.
El grito de Cathy se escucho, casi al mismo tiempo que Morgan y Mark gritaban su nombre.
- ¡Cathy!- gratamos Carrie y yo a unisonó.
Nos acercamos a ella y la ayudamos a levantarse.
- ¿Estás bien Cathy?- le pregunto Carrie
Ella asintió y también le clavo la mirada al hombre.
- ¿Quién eres?- le pregunto Cathy al hombre.
- Solo un viejo conocido suyo- respondió.
El hombre estaba más y más cerca y nosotras cada vez nos pegábamos amas a la pared del enorme y profundo agujero.
- Busquen una salida- nos dijo Carrie y se acerco al hombre con las manos enfrente.
- ¡Carrie!, ¡no seas tonta, no lograras nada!- le grite.
Entonces el hombre y Carrie comenzaron a tener una batalla, ella lo esquivaba con agilidad y aquel hombre tenebroso trataba de esquivar los ahora llamantes puños de Carrie.
- Tenemos que ayudarla- me dijo Cathy.
Me congele, no sabía qué hacer, Carrie corría peligro y lo sabía, y por mas que no la soportaba tenía que defenderla, pero como unirme a la pelea, yo era agua, y el agua extinguía al fuego.
- ¡Corrine, relaciona!- me grito Cathy.
Trate de concentrarme y también Cathy y yo nos unimos a la batalla, Cathy le arrojaba pedazos de roca y yo trataba de atacarlo con fuerza pues no había agua cerca.
- Las hermanas unidas no sabían qué hacer, más de pronto supieron que su final estaba cerca pues desesperadas trataron de atacar al cuenta cuentos sin llegar a saber su debilidad.
- ¡Cierra la boca!- le grito Carrie
Voltee a la entrada al cráter y vi como Morgan y Mark trataban de entrar pero una especie de tapa invisible.
Entonces un haz de fuego salió de la mano de Carrie rozando al cuenta cuentos.
Este reacciono con un grito y retrocedió unos pasos.
- ¿eso estaba en tu cuentito barato?- le pregunto Carrie.
Eso me entusiasmo y comenzó a pensar en una bola gigante de agua, y al sentir humedad en mis manos comencé a frotarlas una contra otra, las separe un poco cuando una pequeña bola se había formado y así hasta que forme una enorme esfera y se la arroje al cuenta cuentos.
Cathy, quien no había dejado de arrojarle rocas levanto sus brazos hacia el frente y la tierra se levanto del suelo flotando a su alrededor.
- ¡Chicas mesclemos los poderes!- sugirió Carrie.
De esta forma volví a formar mi esfera de agua y mientras que Cathy y Carrie estaban haciendo un torbellino de fuego y tierra cuando Carrie grito “ahora” las tres arrojamos nuestros elementos contra el cuenta cuentos.
Estos impactaron contra el empujándolo hasta la otra parte del agujero.
Se levanto entre carcajadas escalofriantes y una miradita de psicópata que erizaba la piel.
- Cuando creyeron dominar la situación, la cosa se puso pero, y la fuerza del equipo pronto se termino…
Al decir esas palabras arremetió en contra de Carrie y la arrijo contra la pared haciendo que una parte del muro se derrumbara sobre ella.
- ¡Carrie!- Gritamos Cathy y yo.
Después nos miro a nosotras.
- La esperanza se hundió más y más- relato mirando a Cathy.
Se escucho el grito descargador de Cathy y cayó en un agujero de tamaño más pequeño pero al parecer más profundo.
Estaba sola, por completo y me atemorice pues no sabía qué hacer.
- Y la voz, la que siempre se escucho guardo silencio para siempre.
Con su mano rodeo mi cuello cortando mi respiración, mientras yo rasguñe sus manos y empujaba su cara tratando de librarme de él.
Se escucho como un cristal rompiéndose y una gran ráfaga de viento entro. Morgan se lanzo contra el cuenta cuentos y Mark entro en el agujero dentro del cráter.
Yo corrí a donde estaba Carrie sepultada bajo las piedras rogándole al cielo que estuviera bien, arrojaba las piedras con esfuerzo hacia atrás de mí hasta que encontré la mano de Carrie y las moví con más rapidez.
Tenía los ojos cerrados con fuerza y una gran herida en la cabeza que sacaba chorros de sangre.
Al sentirse libre Carrie se levanto y corrió a ayudar a Morgan.
Entre los dos le estaban propinando una buena tunda mientras que yo seguía preocupada por Cathy, quien pocos minutos después salió en del hoyo en brazos de su hermano quien lucía unas alas blancas enormes y hermosas.
- ¡Carrie ven aquí!- le grito Mark para que se acercara.
Carrie le propino una patada a él cuenta cuentos y después se acerco a Mark.
- Tómense de las manos y repitan esto- dijo dándonos un post it con algo apuntado.
Las tres leímos y después comenzamos a pronunciarlo en voz alta.
- La noche de los cuentos termino, y al salir el sol el cuenta cuentos falleció, bajo el poder de la naturaleza y por donde vino este demonio volverá.
Después de haber recitado eso, una especie de esfera plateada se dirigió al cuenta cuentos, que fue absorbido con lentitud y entre maldiciones y gritos desapareció y la esfera se destrozo en un millón de pedacitos.
Exhale con fuerza y me lleve las manos al corazón, la sensación era increíble, habíamos hecho algo magnifico, algo con lo que jamás había soñado.
- ¡Carrie!- grito Cathy.
Yo concentre mi atención en ellas y Carrie lacia inconsciente en los brazos de Mark, el desplego sus alas y salió del cráter con Carrie en sus brazos, un minuto después volvió por nosotras.
Yo entre a la casa después de que me dijeran que Carrie estaba adentro y Morgan y Cathy se quedaron fuera.
Morgan me aparto con cuidado para pasar con Carrie se hinco a su lado y puso su mano a pocos centímetros de la herida de Carrie y se cerró poco a poco hasta desaparecer, después con un paño húmedo limpio la sangre que quedaba y Carrie abrió los ojos.
- ¿estás bien?- le pregunto Mark.
Ella asintió y se sentó con cuidado.
- ¿están bien los demás?- me pregunto Carrie.
Asentí y corrí a abrazarla. Después la preocupación que me había hecho pasar no supe que más hacer.
Salimos media hora después, la calle se encontraba ya como si nada, gracias a los dones de Cathy, la verdad es que me parecía fascinante.
Cathy y Mark se fueron a su casa y yo me subí a mi auto al igual que Carrie a su pedazo de chatarra.
Salió hecha una furia y se acerco a Morgan quien se encogió de hombros y ambos se pusieron a caminar hacia casa de Carrie, conduje cerca de ellos y me frene cuando ya estuve a su lado.
- Te llevo yo Carrie- me ofrecí.
Ella se encogió de hombros y se despidió de Morgan.
- Te parece si tomamos esto como una tregua- le sugerí.
- Si es la única forma de seguir vivas por mí no hay problema- acepto.
La deje en la puerta de su casa y ella se despidió con la mano.
No es como que nos volviéramos las mejores amigas pero ahora, sobre todo por el hecho de ser tan distintas pero seria menos complicado tratar de llevarnos bien.

martes, 2 de agosto de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixo: La Guía, El Ángel y El Guardián

Ya Es miiiiiiiiieeeeeeeeeerrrcoleeeeeeeeeeeeeessssssss, mitad de semana y ya esta mas cerca el viernes, osea es el miercoles sabroson.


Y yo estoy aqui con la potencia del dead metal puro por que mi vecino no ha dejado de escuchar cumbias en todo el mendigo dia, en realidad es una especie de guerra pues mietras mas le subo a mi estereo mas le sube al suyo... lo que no sabe es que to le puedo conectar tooodas las bocinas de mi casa jojojojojojo, no es como que me molesten las cumbias, en fiestas y asi esta bien pero ya todo el dia oye no!!! lo juro desde las tres de lamañana esta con su musica y no dormi.

Bueno yo las dejo leyendo y voy a subirle mas a mi estereo

Besos
Anny

La guía, El Ángel y el Guardián

- ¿Quiénes son mis hermanas?- seguí con el interrogatorio.
- Supongo que lo sospechas.
- No tengo ni idea Morgan, no te lo preguntaría de lo contrario.
Me miro fijamente, eso no ayudaba mucho para calmarme, solo lograba estresarme más, y yo seguía aquí sin saber que estaba pasando.
- ¿Qué se supone que soy? ¿alguna especie de mutante?
- No Carrie nada de eso- respondió con una sonrisa- eres una bruja.
No pude evitar soltar una carcajada.
- Ya, como no- dije entre risas- y tengo que conseguir un sombrero de punta una escoba y un gato negro.
Morgan se puso serio y se paso las manos por el cabello, siempre que hacia eso era por que comenzaba a alterarse.
- ¿quieres tomarlo en serio?- me pidió- no estoy de broma Carrie.
- No, claro que no- dije tratando de contener la risa- es por eso que me dices que soy una cosa que no existe.
- Entonces ¿Cómo explicas lo que paso hoy?- me reto.
- Debe haber una explicación lógica, como el sobrecalentamiento de las células de mi cuerpo o algo sobre la física que obviamente no comprendo.
Me cogió de la mano y me llevo al jardín trasero de mi casa.
- Espero que busques una razón física para lo que voy a mostrarte- dijo parándose en medio del jardín.
Me quede observándolo, puso una pala de la mano a pocas distancias de otra y se fue formando un pequeño remolino, después quito al mano de abajo y aquel remolino creció hasta el césped, cerro su puño y así como apareció el remolino desapareció.
- ¿Cuál es tu explicación?- me exigió.
Aun estaba impactada por lo que había pasado, tarde un momento pues aun trataba de recordar cómo se cerraba la quijada.
- Tú también eres… un brujo- deduje.
- No, yo solo tengo ese poder, lo he tenido desde hace casi cincuenta años.
- ¿Qué eres?
- Soy su guardián.
- Si dices que tienes esos poderes desde hace cincuenta años ¿Por qué no los aparentas?
- Larga historia, la sabrás en su momento.
Cuando llego mi madre se Morgan se fue argumentando que tenía que llegar a su casa.
Mi madre tarto de hacerme la plática pero no estaba de humor y me subí a mi habitación.
La mañana siguiente me pareció como cualquier otra, la verdad es que así me lo parecía, después de una noche de desvelo, en la cual solo pensaba en lo que me había dicho Morgan.
Al salir de mi casa para ir a la escuela rogué al cielo por que el capricho de mi viejo auto ya no estuviera, así que gire la llave y el motor comenzó a tratar de dar marcha pero no lograba encenderse.
Bufe frustrada y aferre las manos al volante repitiendo una y otra vez en mi cabeza “enciende, enciende”
Volví a girara la llave y el auto encendió como si no tuviera ningún problema, sonreí con suficiencia y me puse en camino a la escuela. Si esto de ser bruja, significaba que el coche no me iba a fallar más, estaba bien.
Camine por los pasillos abarrotados de gente y llegue a mi casillero.
- Hola Carrie –me saludaron los chicos como siempre.
- ¿Cómo reparaste tu auto?- pregunto Robie.
- La verdad ni idea, solo encendió.
Cathy llego con timidez a nuestro lado, y la verdad, yo no tenía muchas ganas de charlar del asunto de ayer así que la salude como si nada hubiese pasado.
Entramos a la clase de lengua, y el profesor nos dividió en equipos de tres para hacer el trabajo, me alegre cuando el profesor dijo que me tocaba con Cathy pero esa alegría se vino abajo completamente cando también menciono a Corrine, y claro ella no tardo en protestar.
- No me pude poner con Carrie.
- No es como que me alegre estar contigo- me defendí- a quien le gustaría trabajo con un iceberg como tú, reina del hielo.
- Carrie, basta- me pidió Cathy.
Me forcé a no seguir discutiendo, solo para no causar un problema como el de ayer.
Salí refunfuñando de la clase con Cathy a mi lado quien se mantenía callada.
La siguiente clase fuer más tranquila, pues en realidad no entre, me quede en el jardín con los chicos, platicando de cosas triviales, pero después tocaba artes y esa clase no me la perdía por nada.
Al entrar al salón Morgan estaba charlando con Cathy y disminuí mi paso para dejarlos más tiempo a solas, incluso me detuve a platicar con mis compañeros, pero en cuanto entro el profesor tuve que irme a mi lugar.
- Ya me dijeron que tienes trabajo con Corrine- me dijo Morgan en cuanto me senté.
- Gracias por recordármelo Morgan- dije propinadle un golpe en el hombro.
- Si lo miras por el lado amable –continúo Morgan –podrás hacer migas con ella, es más, ¿Por qué no hacen el trabajo en mi casa?
- Preferiría comer monos, ya me la imagino ordenando –comencé a quejarme –“haz esto, haz el orto, ¿eso parece algo con lo que podamos sacar diez?”
Cathy y los chicos soltaron risitas por mi imitación de la voz de la reina del hielo.
- Entonces ¿trabajaran en mi casa? –insistió Morgan.
- Si eso retrasa mi llegada a casa yo me apunto –me apresure a decir – ¿Y tu Cathy?
- Tendría que pedirle permiso a mis padres pero es probable que digan que sí.
- Porque no dejan el parloteo para después –nos dijo el profesor recargándose en nuestra mesa –y van por su material para comenzar a trabajar.
Saliendo como siempre nos dirigimos al comedor, estando en la fila para comprar el almuerzo y vi a Corrine sentándose en una mesa cerca de la ventana.
- ¿Me guardas el lugar Cathy? –le pedí –ahora vuelvo.
Me a acerque a su mesa y al veme enseguida se levanto.
- Mira Corrine, no vengo a buscar pleito, solo te digo que trabajaremos en casa de Morgan, y no lo pregunte, solo te aviso.
- Desde cuando tú me ordenas a mi Carrie.
Trate de calmarme antes de empezar un pleito.
- Solo digo que mientras menos estemos juntas será mejor ¿hecho?
Ella tardo un momento en decidirse pero a fin de cuentas asintió.
El día se fue rápido después de eso.
Al salir de la escuela quedamos en ir a casa de Morgan después de pasar a casa de Cathy para pedir permiso.
Mes sorprendí al ver al hermano de Cathy fuera de la escuela en su motocicleta como el chico malo.
Me acerque con Cathy y él me sonrió.
- Tiempo de no verte –comento.
- Solo fueron dos días –le recordé
- Mark, iré a casa de Morgan para hacer un trabajo.
- Claro, igual tengo que ir.
¿Para qué tenía que ir él a casa de Morgan?
- Hola Mark –lo saludo Morgan.
- ¿nos vamos? –pregunto Corrine acercando a nosotros.
- Claro, tu guías Carrie- me dijo Mark.
Asentí y camine a mi auto con Morgan pisadme los talones.
Llegamos a su casa, seguía igual que siempre, la pintura de las paredes gastada, el buzón lleno de cartas y el césped crecido, pero por dentro siempre me pareció la casa más acogedora del mundo, con aquella sala con sillones muy acojinados, pinturas viejas en las paredes. La pequeña habitación que estaba en el fondo y la ventana de atrás casi cubierta por las enredaderas. Pero en esta ocasión había una señora ya mayor en la sala, con una sonrisa.
- ¿Quién es usted?- le pregunte.
- Soy Clarens- se presento- hola Corrine.
- Hola señora Clarens –saludo Corrine como si fuera una vieja amiga.
- Supongo que ya te hiciste a la idea que Carrie es tu hermana –comenzó a suponer.
- Un momento –frene sus caballos –No venga aquí a decirme que esa “cosa” es mi hermana.
- Y que crees ¿Qué a mí me gusta tener una marimacha como hermana?
- Vuelve a decir eso y te rompo la cara –la amenace.
- ¡Basta! –grito Cathy –no pelen de nuevo.
- ¿Quién es ella Morgan?- le pregunte a mi amigo.
- Ella es Clarens, es su guía- me respondió Mark.
- Entonces, ¿no era broma lo de ayer? –le pregunto Cathy a su hermano – ¿Tú eres nuestro ángel? Entonces Morgan es…
- Soy su guardián –completo la frase de Cathy
- ¿Guía? ¿Ángel? ¿Guardián?–me confundí.
- ¿Recuerdas que te dije que eras bruja y que tenías hermanas? –me pregunto Morgan.
- Claro.
- Pues Cathy, Corrine y tú son la reencarnación de Calixto –dijo la anciana.
- ¿Quién es Calixto? –preguntamos las tres a unisonó.

Venéficas, Las Tres Caras de Calixto: "Madre Tierra" por Cathy

Hola... sé que era capítulo para ayer pero andaba un poco desinspirada. Lamento la demora pero igual espero que les guste y las dejo leyendo...
Cathy
Me había dolido la cabeza desde aquella mañana después de lo que sucedió con Carrie y Corrine, ni siquiera sabía que había sido con exactitud, pero lo que sea que fuere, no podría soportarlo otra vez, las manos todavía me hormigueaban.
- ¿Qué tal la escuela? - me preguntó mi hermano cuando pasó por mi al final de las clases.
- Nada bien - acepté, con mi hermano no tenía secretos, era mi hermano, mi mejor amigo.
- ¿Qué sucedió?
- No quiero hablar de ello, llévame a casa, me duele horrible la cabeza.
- ¿Tan mal estuvo?
- Y peor, te cuento en la casa.
Tenía miedo hasta de acercármele demasiado, no quería tener otra descarga como la de esta mañana. Corrine aún me miraba feo.
Pero no tuve la culpa, no es como que lo hubiera hecho a proposito, yo sólo quería separarlas, calmarlas, y luego pasó la descarga. ¡Vaya día!
- ¿Y? ¿Me vas a contar? - volvió a preguntar cuando bajamos de la moto.
- Sí, en un minuto, déjame descansar, me duele la cabeza y mucho
Avancé hacia la casa lentamente, más lentamente que de costumbre, y cuando iba a medio camino mi hermano me empujó apresuradamente a la casa.
- ¿Qué? - reclamé extrañada cuando entramos a la casa y él cerró la puerta angustiado.
- Nada - me dijo viéndome preocupado y después asomándose hacia la calle.
- ¿Qué ves? ¿Iban a matarnos o qué? - pregunté queriendo ver por la ventana pero no me dejó ni asomarme.
- Dime qué sucedió en la escuela, exactamente.
- Fue un asunto extraño - suspiré frustrada, aún no quería hablar del tema.
- ¿Qué asunto?
- ¿Debemos hablar de eso justo ahora? Mejor pásame una pastilla para la cabeza y vamos a comer.
- Cathy, escúchame - me dijo siguiéndome a la cocina - TIENES que contarme qué sucedió en la escuela.
- Nada en realidad, Mark, ¿Qué te sucede?
- Es que me preocupas Cathy, cuéntame por... - primero me miraba a mí, después sus ojos se fueron hacia lo que se ubicaba detrás de mí y terminó su frase completamente sorprendido - ...favor - Miré hacia dónde su vista iba y me encontré, también sorprendida, con que la planta preferida de mamá acababa de florecer.
- ¿Qué no esa planta florece sólo en Abril? Estamos en Agosto.
- Cathy - llamó mi atención otra vez - ¿Pasó algo inesperado en la escuela, verdad, algo extraño?
- Sí - recordé - toqué a dos de mis compañeras, y puedes creerme cuando te digo, que fueron los peores toques del mundo.
- ¿Toques?
- Sí, ya sabes, cargas eléctricas.
- ¿Y luego?
- Pues las manos aún me hormiguean y la cabeza me duele.
- ¿Nada más?
- Sí ¿Por qué?
- ¿Nada de quemar a alguien sin querer o que el algua se moviera extraño cuando estabas cerca?
- ¿Qué? - eso si me extrañó y hasta me reí.
- Hablo en serio Cathy, contéstame.
- No, nada de eso ¿Por qué la pregunta?
- ¿Nada de... no sé, ligeros vientos más fuertes o algo así?
- No Mark, el clima estuvo normal y me estás asustando.
Mark no respondió, se paseó por la cocina murmurando algo que no pude escuchar. Se veía preocupado pero también entusiasmado.
- ¿Con qué compañeras sentiste eso? ¿Los toques?
- Si no respondes a ninguna de mis preguntas no voy a contestar a ninguna de las tuyas ¿Qué sucede?
- Cathy - me dijo sentándose junto a mí y viendome a los ojos. Después volvió a mirar la planta de mamá que por cierto cada vez tenía más retoños y finalmente me sonrió - Hay algo que debo decirte.
- Sí, eso quiero ¿Qué es?
- Tienes poderes.
Eso me dejó muda, enarqué una ceja y torcí una sonrisa.
- Cuando te dije que quería respuestas hablaba en serio, ya deja de bromear conmigo.
- No bromeo, es la verdad. Mira - me dijo jalándome hacia la salida de la casa donde el jardín y las plantas en él se veían mucho más hermosos que nunca. Incluso el manzano y el durazno que teníamos estaban ya dando fruta. Y en pleno Agosto ¿Qué sucedía?
- ¿Y esto qué tiene que ver? Las plantas están locas.
- No, las plantas sólo reaccionan a la presencia de una Madre Tierra.
- ¿Qué te comiste Mark?
- ¡Cathy! Escúchame. Te la pasas leyendo libros de magia, cosas sobrenaturales y vampiros, lobos, ángeles, brujas, magos... ¿Y no me crees?
- Son sólo libros Mark.
- ¿De verdad crees que quién los escribió sólo se imaginó todo eso? ¡No, Cathy! Todo eso existe.
- ¿Edward y Jacob existen? - pregunté retadora.
- Sí... - dudó - aunque deben tener otros nombres, vivir en otros lugares, ya sabes, no pueden permitir que se descubran sus verdaderas identidades.
Lo miré incrédula y volví a entrar a la casa. Mark siempre me escuchaba cuando hablaba de los libros que leía, pero nunca les daba demasiada importancia, es más, yo siempre creí que ni me ponía atención y mucho menos pensé que creyera en esas cosas. Esto sí me sorprendió. Mi hermano estaba más loco que yo.
- Cathy - me dijo emocionado - Eres una bruja.
- Ajá ¿Y la escoba? - bromeé.
- Ok, si no crees eso, entonces cree esto.
Me dijo parándose firme en donde estaba y cuando lo miré unas hermosas, preciosas, y nada reales alas aparecieron en su espalda.
- ¿Qué es...? ¿Dónde las compraste? Son muy bonitas.
- Cathy - me dijo reprobatoriamente - para ser una niña que cree en todo esto desde antes de que te saliera tu primer diente, me sorprende que estes tan ciega justo ahora. Son alas verdaderas.
- Ajá - dije otra vez incrédula acercándome a él y mirando sus alas - ¿Y... eres un ángel entonces?
- Sí, tuyo y de tus hermanas.
- ¿Ahora tengo hermanas? - mi incredulidad crecía.
- Las chicas de los toques.
- ¿Carrie y Corrine? Si ni siquiera se llevan bien.
- Pues aprenderán a hacerlo.
- Ok - le seguí el juego - Entonces soy una bruja, tú un Ángel, tengo poderes y dos hermanas que son Carrie y Corrine ¿Entendí todo?
- Sí.
- ¿Y... cuando despertaste qué pasó?
Mark rodó los ojos.
- También tienen un guardián, no lo conozco, pero debe estar cerca de una de tus hermanas.
- Ajá... ¿Guardián para qué?
- Pues para protegerlas.
- ¿No tú eres nuestro Ángel? - me gustaba ésta historia, si Mark se estaba prestando a éste juego al menos debía disfrutarlo.
- Somos seres distintos. Un ángel es un guía y guardián pues es... un guardián.
- ¿Y de qué exactamente nos protege ese guardián?
- De todo lo que sea necesario. Su guardián debe tener ese cuarto poder que a ustedes les falta.
- ¿Qué poder?
- No lo sé, depende qué poderes tenga tus hermanas.
- ¿Cuál es mi poder?
- ¡Cath, es obvio! Te lo dije, eres una Madre Tierra.
- ¿Y qué puedo hacer?
- Mira - me dijo haciéndome voltear hacia la planta que se veía preciosa.
- ¿Hago crecer las plantas?
- No sólo eso, controlas la Tierra.
- ¿Puedo hacer que tiemble entonces?
- Cuando tu poder esté más avanzado, sí, puedes.
- ¿Puedo hacer que se abra la tierra?
- Sí, supongo que sí.
- ¿Puedo hacer que una planta que sólo florece en Abril lo haga también en Agosto y en cualquier época del año?
- Ya lo viste con la planta de mamá.
- ¡Genial! Pondré un vivero. Seguro me irá bien.
Esto ya me estaba hartando. Rodé los ojos. Mark también y subí a mi habitación. Mark guardó sus alas. ¿Dónde las habría puesto?
- Cathy, por favor. Tenemos que ir a ver a tus hermanas, contárles todo.
- Si sigues llevándo esto más lejos Mark. Carrie me golpeará y Corrine te meterá a un manicomio.
- ¡Cathy! - me dijo y en ese momento cerré la puerta de mi habitación.
No escuché más. Me dirigí a mi ventana, la abrí y me senté en mi escritorio a empezar mi tarea. Mi hermano era divertido, pero a veces se pasaba de excentrico.
Una hoja se coló por mi ventana y la aparté de mis libretas. Poco después había una rama y cuando volteé para ver quién me las estaba aventándo me di cuenta que la enredadera de mamá estaba creciendo directo hasta mí.
- ¡Mark! - grité enojada. ¿Qué estaba haciendo ahora?
Una flor brotó de entre las hojas de la enredadera justo en mi mano y me quedé muda.
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