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lunes, 28 de noviembre de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixto: "Confundida" por Cathy

Hola chicas, un Lunes más, nuevo capítulo. Espero que les guste!!!
Cathy
No puedo más, todo esto es insoportable. La agonía, la desesperación, la tristeza... pero sobre todo la impotencia.
¿Quién le ha hecho esto a mi hermano? ¿Quién pudo haberse atrevido a atacar al ángel de las Venéficas?
- Pagarán muy caro - suelto con las lágrimas a tope - Pagarán muy caro. Lo juro.
Llevo mis manos hasta la cabeza y me quedo ahí, meciéndome de adelante para atrás completamente frustrada.
Y sin más empiezo a llorar.
Pasé unas horas de angustia terribles con mi hermano en este maldito Hospital, sin reaccionar, debatiéndose entre la vida y la muerte, y todo por culpa de esa maldia pluma.
- Una pluma de ángel negro - había dicho Morgan.
- ¿Ángel Negro?
Pero no contestó. Dijo que necesitaba ir a averiguar más y se fue. Yo ya no puedo más, de verdad que no. Una cosa es que seamos brujas y otra muy diferente que se metan con mi familia, ellos no tienen nada que ver en esto. No Mark, mi hermano, la persona que más me ha apoyado, el hermano que siempre ha estado para mí, mi mejor amigo, mi mano derecha en todo, no él.
- ¿Cathy? - me pregunta Morgan con cara preocupada.
Miro hacia él y al ver mis lágrimas, mi tristeza, se acerca rápidamente hasta donde estoy sentada. Se sienta conmigo y me abraza con fuerza. Lloro en su hombro porque no se me ocurre algo mejor, simplemene ahora no hay nada que me haga sentir mejor.
- Tranquila, ya todo está bien, Mark está mejor.
- ¿Quién le hizo esto Morgan, quién?
- Eso no importa ahora, lo que importa es que esten a salvo, ellos... - me levanta el rostro hasta mirarme a los ojos - tú.
- Quiero venganza, Morgan, quiero acabar con quien le haya hecho esto a mi hermano.
- No Cathy, no pienses así. Todo a su tiempo.
- El tiempo es muy lento...
- El tiempo es justo, pequeña. Ya verás que todo saldrá bien.
- Mi hermano Morgan, estuvo a punto de morir y es mi culpa.
- No, claro que no. No podría ser tu culpa.
- Si yo no fuera una...
- No digas eso, ni se te ocurra si quiera mencionarlo. Si no fueras lo que eres... no te hubiera conocido, no podría haber visto esos ojos tan maravillosos ni... hubiera podido... hacer...
Cerré los ojos cuando él se acercaba. Iba a besarme y yo lo deseaba... pero...
- No Morgan, no ahora - me levanto nerviosa.
- ¿Por qué? Me gustas Cathy, no es un secreto Nacional. Me gustas.
- No ahora... hay muchos problemas, muchas cosas en juego, demasiadas cosas que arreglar y que pensar como para que me des una más.
- No pienses Cathy, haz como yo... déjate llevar.
- No puedo, no con mi hermano en cama, con enemigos que vencer y...
- Son muchos problemas, déjalos... Al corazón no le importan.
- Mi corazón sólo puede pensar en Mark. Por favor Morgan, no ahora.
- ¿Después?
- No lo sé, no me presiones justo ahora, no podría soportar un problema más.
Me voy antes de que responda. Porque sería demasiado terrible escuchar una respuesta de su parte y sería todavía más ver su rostro triste por mi mala respuesta.
Pero de verdad que justo ahora en lo que menos puedo pensar es en un...
¿Beso?
Me quedo pasmada ante la escena que veo. Son Carrie y mi hermano... Carrie con mi hermano, más bien. ¿Qué...? ¿Cómo...?
Ok, yo ya sabía que ellos se gustaban pero... ¿Besándose? ¿Besarse justo ahora? Esto no...
Pero si él se estaba muriendo hace unas horas.
Doy media vuelta y echo a andar otra vez. ¿Qué diablos le pasa al mundo?
- Cathy - escucho a Corrine, no contesto - ¿Cathy estás bien?
- No - confieso.
- ¿Qué pasa, estás herida?
- Carrie y Mark se estaban besando?
- ¿Cómo?
- Sus labios, unos pegados a los otros, moviéndose.
- Me refería a qué ¿Cómo es posible? No cómo se hace.
- Y Morgan acaba de decirme que le gusto.
- ¿Qué?
- Quería besarme.
- ¿Cómo? - la miro incrédula - Me refiero a... Ay olvídalo.
- ¿Qué hago Corrine?
- No lo sé, aunque yo diría que por el momento hay que concentrarnos en encontrar a los culpables por lo sucedido con Mark. Esto no puede quedar impune.
- Ya sé... eso quería pero...
- ¿Pero qué?
- A estas alturas y con lo que he visto... No sé si preferiría dejarme llevar...
Le digo viendo hacia el pasillo por el que había estado. Y ahí, sentado en una de las muchas bancas, está Morgan, mirándome...
- ¿Cathy? - me pregunta Corrine - Es Mark, nuestro ángel, tu hermano.
- Ya lo sé Corrine, lo que no sé es qué hacer.
- ¿Te gusta Morgan?
- Sí, y mucho. Pero hacerle caso justo ahora significaría un problema más del qué preocuparnos y estoy harta de problemas. Mira a mis padres, - le pido - Están tan preocupados. Y lo peor es que en este momento ni siquiera con todo y poderes puedo remediar eso. La magia, si no nos sirve a nosotras ¿Qué caso tiene?
Estaba confundida. Todo estaba pasando demasiado rápida y no me gustaba para nada.

martes, 8 de noviembre de 2011

Venéficas, Las Tres Caras de Calixo: Problemas por Carrie

Hola, paso de rapidin para publicarles este capitulo que en lo personal me costo mucho trabajo escribir.
Había tomado una refrescante ducha al volver a casa y valla que la necesitaba.
No paraba de pensar en el día que había tenido, un día bastante agotador, aunque en cierta parte agradecía haberlo tenido, Mark en verdad era genial y no podía quitarme la expresión de su rostro de fastidio, incluso al recordarlo se me escapaba una sonrisa.
Mi celular comenzó a sonar en algún lado de mi habitación, ya había olvidado en donde había caído pues solo había arrojado mis cosas si ver en donde.
Termino de sonar y continúe buscándolo y comenzó a sonar de nuevo, era extraño, ¿Quién estaría llamando con tanta insistencia?
Cuando al fin pude encontrarlo revise la lista de llamadas perdidas y aparecía diez veces el numero de Cathy así que seleccione el numero y marque, no tardo en contestar pues solo había dado tono una vez y ya escuchaba su voz al otro lado de la bocina.
- Carrie Mark esta herido –dijo antes de que dijera hola.
La voz de Cathy se escuchaba destrozada estaba segura de que no podía contener el llanto.
- ¿Qué paso? ¿Cómo paso? –pregunte desesperada.
- No lo sé, estaba pintando y yo me fui a acostar pero olvide mi teléfono en el cobertizo y estaba en el piso.
- ¿en donde estas?
- En el hospital Mercy –me respondió.
- Voy para allá –le dije y colgué.
Me vestí con rapidez y tome las llaves del el auto de mi madre y maneje con la prudencia que me fue posible aun tratando de aterrizar la idea, ¿Quién lo había hecho? Y ¿Por qué a él?
Me quede parada en la puerta del hospital, paralizada por completo, en aquel hospital había perdido a papá, me traía malos recuerdos y más que nada un mal presentimiento.
Me quede paralizada al ver a sus padres con el rostro descompuesto por la preocupación y pronto fui cayendo en cuenta de la realidad, Mark había sido herido y las cosas resultaban ser mas grabes de lo que me pude haber imaginado, no quería admitirlo pero las evidencias apuntaban a otra cosa.
La noche fue avanzando con lentitud y las noticias sobre la condición de Mark no eran favorables, el padre de Cathy tuvo que irse al trabajo pues tenía una reunión importante, y Cathy y yo nos quedamos con su madre.
- Gracias por estar aquí –me dijo Linda poco después de que Cathy fuera por un café –me alegra que mis niños encontraran amistades tan valiosas.
- No es nada –le respondí intentando sonreír.
Ella sujetó mi mano también tratando de sonreír y en ese momento el doctor se acerco a hablar con ella.
- Ha despertado –le dijo con tono cansado –pregunta por Carrie.
- ¿Por qué iba a preguntar por mí? –me extrañe.
Su madre me observo por un momento y después asintió.
- Ve con él –me dijo –debe ser importante.
Entre a su habitación, no me esperaba encontrarlo así, con intravenosas y trasplantes de sangre, estaba completamente pálido y bañado en sudor.
- ¿Cómo te sientes Mark? –le pregunte.
- Tengan cuidado –me susurro –ellas están cerca.
- ¿Quiénes ellas? –le pregunte.
Me percate de que trataba de mantener los ojos abiertos pero se le cerraron de golpe y comenzó a sonar la maquina que marcaba los latidos de su corazón de una manera acelerada.
Salí en busca de ayuda y llegaron varios doctores sacándome de la habitación.
Me senté en el piso recargándome en la pared de enfrente con la cabeza entre las rodillas rogando al cielo por que las cosas salieran bien.
El vacio en mi estomago seguía presente, recordándome que lo que estaba pasando era real por lo que no había forma de escaparme un momento.
Corrine llego después de clases junto con Morgan y la señora Clarens quien no dejo ni un momento sola a la señora Linda. Pero a pesar de esta acompañada por las personas más cercanas a mí me seguía sintiendo sola, desamparada, sin Mark a nuestro lado nada me parecía lo mismo.
Tenía que volver a casa, había recibido varias llamadas de mi madre exigiéndome que volviera cuanto antes, pero no quería irme, tenía miedo de que su me iba sucedería algo.
- Será mejor que vayas a casa –me dijo Corrine –te prometo que te llamare si pasa algo.
Tarde un poco de tiempo en aceptar pero no quería tener más problemas con mi madre, no más de los que ya me esperaban.
No me había dado cuenta pero ya era de noche, las luces de la sala estaban encendidas y me arme de valor para entrar, tenía que afrontar las acciones de mis actos.
- Bonita hora de llegar –dijo mi madre en cuanto abrí la puerta.
- Lo siento mamá –le dije.
- ¿eso lo perdona todo? –me pregunto con seriedad –te vas en la noche sin decir nada, te llevas mi auto y llegas a estas horas y ¿crees que todo se soluciona con un “lo siento”?
- ¿Qué quieres que te diga?
- No quiero que digas nada, quiero que vengas a casa a la hora de la cena, quiero que convivas con tu familia, rara vez te veo en casa, todo el tiempo estas con Morgan y las chicas, me ocultas cosas ¿En donde es que estas Carrie?
- Aquí mamá, aquí –le respondí –pero un amigo esta en el hospital y…
- Y que –me interrumpió –ese no es tu problema niña –me regaño.
- Lo es mamá, tú no tienes ni idea.
- ¿Idea de que, Carrie? Al menos cuando te juntabas con Jamei y Robie venias a casa a cenar, ¿Qué es lo que quieres? ¿irte?
- Claro que no mamá, es complicado, no lo entenderías.
- ¿Eso crees? –me pregunto –como podría entenderlo si no me lo cuentas.
- Si te lo cuento no me creerías.
Ella se quedo callada esperando que le dijera y aunque sabía que me traería problemas el revelárselo lo hice.
- Mamá, soy una bruja –le dije.
Me di cuenta en cuanto se enfado.
- ¡¿Crees que soy tonta Carrie?! –me grito – ¡¿Por qué no te buscas una mejor mentira?!
- Ya te había dicho que no me creerías –la entrante.
- ¡Si tanto quieres largarte hazlo! ¡Lárgate Carrie, pero no me vengas con estupideces!
- ¡Si de eso iba todo me lo hubieras dicho antes! –le grite – ¡me largo!
Arroje las llaves al piso y gire el picaporte.
- ¡te advierto una cosa Carrie! ¡Si pones un pie fuera de esta casa no vuelvas!
- No tengo intensión de hacerlo no te apures por eso –le solté entre dientes y salí de casa.
Camine sin rumbo por un buen rato sin saber a done ir, las lagrimas pedían a gritos salir así que me senté en la banqueta y rompí a llorar.
¿Por qué todo me salía mal? Siempre tenía que arruinar las cosas, si le hubiera aceptado la invitación a Mark lo más seguro es que no le hubiera pasado nada, si hubiera esto el día de la muerte de papá tal vez se hubiera aferrado a la vida y si no hubiera pasado demasiado tiempo en casa de Morgan aun tendría un hogar al cual regresar.
Levante la vista y frente a mi estaba Morgan con un pañuelo tendido hacia mí.
- Supuse que necesitarías ayuda –me sonrió.
Oculte mi rostro y me seque las lágrimas.
- No tiene nada de malo llorar –me dijo –somos humanos, sentimos.
Se anuncillo frente a mí y me abrazo.
- No estás sola Carrie, nos tienes a nosotros –me susurro.
Volví a llorar con mi rostro pegado a su pecho.
- Volvamos al hospital –dijo después de un rato –después arreglamos lo de tu madre.
Asentí y caminamos al hospital.
En la sala de espera solo estaban Corrine y Clarens con los rostros más relajados.
- ¿Qué paso? –pregunto Morgan.
- Esta mejor, lo llevaron a piso –dijo Corrine.
En ese momento sentí que pude respirar de nuevo.
- Menos mal –suspire.
- Dicen que ha preguntado por ti –me dijo Corrine guiñándome el ojo –deberías ir a verlo.
Le sonreí y pregunte a una enfermera por él y me llevaron a su habitación.
Cathy y sus padres estaba ahí estaba ahí, sonriéndose y note que la mirada de Mark se ilumino en cuanto me vio.
- Los dejamos solos –dijo el padre de Cathy y Mark.
Sus padres salieron y cuando Cathy pasó a mi lado me dio un ligero codazo con una sonrisa picara.
- Mira quien vino –dijo Mark.
- ¿Cómo te sientes? –le pregunte.
- ¿Cómo te sientes tú?
- Bien –le respondo automáticamente.
- ¿Quién te hiso esto? –le pregunte.
Se encogió de hombros e hiso un gesto de dolor.
- Ha sido con una pluma de ángel negro –sonrió –son toxicas para los ángeles blancos.
- Los siento –le dije con la mirada gacha.
Me acerque a él mirándome los zapatos hasta llegar a lado de su camilla.
- Te tengo un regalo –le dije.
Me acerque a el lento y nuestros rostros quedaron a muy poca distancia, nuestros labios se rozaron hasta fundirse en uno.
Su mano se poso bajo mi oreja y nuestros labios se movieron con sincronía, como si estuvieran hechos el uno para el otro, fue así como le entre a Mark mi primer beso.

Pd. este capitulo lo he estado publicado desde ahce dos semanas pero entre a trabajar y estoy en la escula y no habia tendo tiempo pero aqui lo dejo, espro que lo hayan disfutado.
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