Andrea
La cabeza había comenzado a dolerme, esa Catherine estaba calendo en gracia en mi lista de personas agradables, y Carrie, que decir de ella, una persona completamente indeseable en mi lista.
Camine por el pasillo a mi clase, este en definitiva no sería uno de mis mejores días pero ¿Qué podía hacer? No podía salirme de la escuela, pues apenas iban comenzando las clases, además jamás había hecho novillos, era una actitud completamente reprobable para mí.
Para colmo de males me tocaba matemáticas, y en realidad no tenía ganas de pensar en eso momento.
Sentía punzaditas de dolor en mi muñeca y maldije por lo bajo a Catherine, ¿Cómo se había atrevido a lastimarme? Después de salir de matemáticas tenía laboratorio de ciencias y al entrar al salón puse cara de pocos amigos al ver a Carrie y Catherine en la misma mesa, con sus estúpidos amigos, Jamei, Robie y Morgan.
Me senté con mi equipo y comenzamos a trabajar, se suponía que íbamos a trabajar con microscopios, y la luz hacia que la cabeza me doliera aun más.
- ¿Estás bien Corrine?- pregunto Mitzi casi al finalizar la clase.
Le sonreí y asentí y me fui a lavar los recipientes que habíamos utilizado.
Al abrir la llave me quede pasmando, el agua no caía más bien comenzaba a subir, como si fuese atraída al techo por un imán.
Cerré la llave de inmediato y mire para ver si alguien más lo había notado, pero todos seguían en sus trabajos, respire profundo y el agua ahora si cayo de forma habitual, pero lo extraño paso cuando quise mojar mis manos, el agua las evadía, rehuían como los polos similares de un imán.
Volví a cerrar la llave del agua y llame a Mitzi.
- ¿Puedes lavar esto por mi?- le pedí cuando se detuvo a mi lado.
Salí de la clase lo más rápido que pude en cuanto termino, el día en verdad iba empeorando, si ayer me había quejado de cómo había terminado hoy en definitiva sabía que iba ser el peor día de mi vida.
Regrese a casa, con la esperanza de que las cosas me salieran mejor, claro, en la seguridad de mi hogar no tenía que pasarme nada extraño.
Pero la sorpresa que me leve cuando llegue a casa, la señora del día anterior estaba con mi madre, y a mi madre se le veía una cara de angustia como la que jamás le vi, también papá estaba ahí, lo cual era extraño pues a esta hora siempre estaba en la oficina trabajando, pero me extraño que en vez de tener esa sonrisa que nos gustaba a todos estaba serio.
- Corrine, princesa qué bueno que llegas- me saludo mi padre.
- ¿Pasa algo?- pregunte de inmediato- ¿Mi hermano está bien?
Mi padre se puso en pie y camino hacia donde yo estaba.
- Sí, todos estamos bien- se apresuro a decir mi madre.
Mi padre puso sus manos en mis hombros y me miro a los ojos.
- Princesita, antes que cualquier cosa quiero que sepas que te amamos, siempre ha sido así.
Dando pie a esas palabras sabía que había algo malo que tenían que decirme.
Mi madre y mi padre de pronto se miraron con complicidad, mi madre al igual que mi padre se acercaron a mí, mi madre me dio un abrazo prolongado y mi padre me beso la coronilla.
- Corrine, hija- comenzó mi madre- siempre supe que este momento llegaría, esperaba que fuera cuando tu ya fueras mayor pero…
- Pero ¿Qué?- le pregunte después de unos minutos de silencio.
Mi madre comenzó a sollozar y se cubrió la cara con las manos.
- Lo que tu madre quiere decirte es que- continuo mi padre-…Corrine, es que… la Señora Clarens…ella te dejo con nosotros hace 16 años, cuando aun eras muy bebé.
Las palabras tardaron un poco en adquirir sentido, mi cerebro trabajaba lento, y a cuando comprendí el significado quise jamás haberlo hecho.
- No soy su hija- murmure.
- No digas tonterías Corrine- intervino mi madre- Nosotros lo que más queríamos era tener un hijo pero jamás pudimos y entonces Clarens apareció un día en nuestra puerta, como un ángel que respondía a nuestras plegarias, Corrine, lo que te dijimos hoy no cambia nada lo que sentimos por ti.
Las lágrimas pedían a gritos salir de mis ojos pero trataba de contenerlas.
- ¿Por qué me lo dicen ahora?- quise saber.
- Porque ella tiene que decirte algo- dijo mi padre- y es algo que no vas a comprender hasta que abras tu mente, pero es cierto.
- Y que es eso tan importante que tiene que decirme.
La señora Clarens se paro frente a mí y me acaricio la mejilla.
- Corrine, no suelo dar rodeos a lo que digo, así que espero que te lo tomes con calma y no me lo tomes a mal, Corrine, eres una bruja.
2 comentarios:
No!!! osea! que sorpresa, Corrine es adoptada! neta? no ma! osea!... y le dicen que es bruja al instante, cula sera su reaccion! no! me muero, y ahora que va a pasar con Cathy y Carrie, como se enteraran del asunto!
no me queda mas que esperar el caitulo siguiente.
uff pues bueno ya que, espero con ansias el siguiente capitulo
Corrine es adoptada ?!?!?
Podré no sólo se entera de eso sino q de sopetón le dicen que es bruja … yo ni me lo creyera pensaría q es una broma de mal gusto.
D; podré siento lástima x ella
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