Hola!!!!!
Gracias por seguir leyéndonos y esperar cada capítulo nuevo. De verdad gracias por aguantar las largas esperas a las que las sometemos por falta de tiempo.
Intentaremos publicar más a menudo este 2014.
Y para desearles un excelente año a ustedes que nos leen...
Aquí les dejo este nuevo capítulo, por Cathy, que espero les guste mucho.
Anny me la dejó muy difícil con ese extraordinario capítulo anterior, estoy segura que ustedes piensan lo mismo.
Sin más...
Las dejo leyendo...
Cathy
- ¿De qué hablas Carrie? - pregunté confundida.
- El chico de tu dibujo, ya lo he visto antes...
El corazón se me detuvo.
- ¿Qué dices?
- Lo recuerdo, no puede ser otro. Una vez fui con Jamei a la pista de patinaje, él estaba ahí, no sé por qué, no es del tipo luzca como un skate, tenía una pinta distinta - se estaba yendo por las ramas - el punto es que es él, estoy cien por ciento segura.
Era real, el chico de mi dibujo era real. Podría verlo, tocarlo, sentirlo cerca...
- ¿Cathy? - habló Carrie y me trajo de vuelta a la tierra de mi extraño ensueño - ¿Escuchaste lo que acabo de decir? ¡Podremos despertar a Corrine!
"Corrine"...
- Sí, es estupendo Carrie, hay que decirle a Mark.
- Y a Morgan... y quizá también a Allison, aunque preferiría que no - siguió hablando.
El chico era real. Podría verlo de verdad...
¡¿En qué diablos estaba pensando?! ¡¿Qué era lo que me sucedía?!
Estaba muy confundida. ¿Por qué me sentía de esta manera?
- ¿Cathy? - Mark se acercó a mí, ambos estábamos en la sala cuando el teléfono sonó, así que él seguía ahí - ¿Estás bien?
- Sí, es Carrie, algo importante, habla con ella - le pasé el teléfono, yo no podía pensar en nada en este momento.
Morgan... Morgan... Tenía que pensar en Morgan. ¿Por qué estaba metiéndose este chico en mi cabeza? Ni siquiera lo conocía, no además de en mi imaginación, quiero decir.
- Carrie... - habló mi hermano - ... hola...
Subí a mi habitación.
Me dolía el pecho, sentía como si me estuvieran estrujando.
Me senté en mi cama y saqué mis libretas de la mochila.
7 libretas, llevaba 7 libretas a la escuela y las siete tenían más de un dibujo de él, de sus ojos, de su sonrisa. ¿Cómo es que había dibujado tantas veces al mismo chico en distintas situaciones? En uno de mis dibujos él estaba sentado en una especie de grada, miraba hacia el parque, serio, misterioso. En otro sonreía abiertamente mirándome, porque de verdad parecía que me miraba, en otro estaba dormido, pero parecía un ángel...
- Vamos a vernos en casa de Morgan en 15 minutos ¿Estás lista? - entró Mark a mi habitación y me miró confundido, en medio de todas las libretas abiertas con dibujos en sus páginas. Lo miré asustada.
Entró a la habitación.
- Cathy, no nos habías dicho de esto.
- No puedo dejar de dibujarlo Mark, tengo aquí, en mi mente, siempre una nueva imagen de él que necesito dibujar - realmente estaba asustada y mi hermano lo notó. Se sentó a mi lado y me abrazó - No puedo dejar de pensar en él.
- Tranquila hermanita, no pasa nada.
- ¡Sí! - me levanté enojada - ¡Claro que pasa! Algo malo ocurre conmigo, yo quiero a Morgan - confesé desesperada - Pero ahora en quien no puedo dejar de pensar es en él - señalé todos los dibujos.
- Cathy, tranquila - se levantó y se acercó lentamente a mí - Todo debe ser parte de tu nuevo poder. Ves cosas o... No sé, Cathy - me sonrió - hay que dejar que se desarrolle. ¿De acuerdo?
- No me siento bien.
- Es cosa de que te acostumbres. A veces los poderes actúan extraño al principio, te sientes unida a este chico porque es el primero a quien ves. Pero conforme tu poder avance y lo controles, ya no te pasará nada así, sólo... verás lo que necesitemos para ayudar.
Sus palabras me estaban tranquilizando.
- No quiero un nuevo poder, Mark, no estoy lista.
- Claro que lo estás, sino no lo tendrías.
- ¿Y por qué Carrie y Corrine...?
- Cada quien va a su ritmo. Adquirirán nuevos poderes, pero también depende del poder que esté destinado a ellas el momento en que les llegará.
- ¿De verdad lo crees?
- Lo creo, sí - me sonrió.
Miré los dibujos... De verdad había algo en este chico que me volvía loca, que me asustaba.
- ¿Estás lista para irnos?
- No sé si quiero verlo, Mark.
- Tienes que hacerlo, por el bien de Corrine. ¿Vas a ser fuerte?
No respondí.
- Yo estaré a tu lado, Cathy, siempre. Somos hermanos - me sonrió.
Asentí nerviosa.
Ciertamente, conocerlo no era lo que me asustaba. Que fuera igual de encantador que en mi mente era lo que me causaba temor. Porque si ya me sentía así respecto a él sin verlo, no quería ni imaginarme cómo podría ser cuando lo conociera.
Llegamos a la casa de Morgan en poco más de 15 minutos, y ya todos estaba ahí, incluidos los padres biológicos de Corrine.
- Estábamos comentando - nos puso a tanto Allison - que debemos organizar grupos de búsqueda.
- Sí, porque esto es taaaan CSI - ironizó Carrie.
- Por favor Carrie, necesitamos encontrar a ese chico, coopera, ¿Sí? - pidió el padre de Corrine. El profesor Ben.
- Yo propongo que vayamos al lugar donde Carrie lo vio, si fue una vez, regresará ¿No? - dijo Morgan.
- Ya te dije que no tiene pinta de Skate, seguramente sólo fue por acompañar a su amigos - le respondió Cathy un poco frustrada.
- Pero si lo hizo una vez, lo hará otra, así que ese es el mejor plan que se me ocurre. Es como un grupo de búsqueda - intercedió Morgan en plan de: "Todos felices"
- ¿Qué edad crees que tenga, Cathy? - me preguntó Allison.
- ¿Por qué?
- Para saber si va al colegio.
- No, no creo que vaya, para mí que es más grande que nosotros.
- Bien, entonces el colegio queda descartado - suspiró Ben.
- Creo que Morgan tiene razón. No tenemos otra pista para buscar, así que, esa es nuestra mejor opción - aceptó Mark y todos estuvieron de acuerdo.
Nos organizamos para ir a la pista por horarios y en parejas. A mi me tocaba ir con Morgan ya que, por una extraña razón, Carrie y Mark no pelearon cuando Allison les pidió que fueran juntos.
- Debemos encontrarlo rápido si no queremos sufrir otro ataque - dijo casi para sí misma Carrie.
- ¿Otro? - pregunté inmediatamente - ¿Cómo que otro ataque?
Mark y Carrie se miraron.
- ¿Qué sucedió? - interrogó Mark.
- Un hechicero atacó a Carrie hace unas horas - explicó Mark.
- ¡¿Qué?!
- No se asusten, no es para tanto, estoy bien, Mark está bien, todos estamos bien.
- Pero... ¿Por qué no nos lo dijeron? - reclamé.
- No queríamos preocuparlos, además después recordé lo del chico y... todo fue muy rápido.
- Pues para no querer preocuparnos no lo hiciste muy bien - reprochó Morgan.
- Lo siento ¿Sí?
- Bueno, ya pasó y como dijo Carrie todos estamos bien. Ahora hay que ir a buscar al chico y nosotros empezamos. Ya tenemos uno de los dibujos de Cathy así que será sencillo.
- ¿Por qué tienen uno de mis dibujos? - me enojé.
- Yo se los di - me tranquilizó Carrie - lo dibujaste en la libreta de cálculo que me prestaste.
Mark me tranquilizó con su mano en mi hombro.
- Pero hay que seguir pendiente de la casa de los padres de Corrine - dijo Ben.
- ¿Quién está ahí ahora? - pregunté.
- Dejé un hechizo protector, es seguro, pero me gustaría que de ser posible siempre hubiera alguien muy cerca - avisó Allison.
Convencimos a los padres de Corrine de no trasladarla al hospital al menos por algunos días más, días en los que esperábamos encontrar al chico.
Estaba segura de que perdería el año escolar, en estas semanas había faltado más que en toda mi vida desde el kinder.
Pero valía la pena, era por ella, por mi hermana.
Pasó una semana entera sin que ninguno de nosotros lo viera. Allison quería cambiar de plan pero no teníamos ninguno. Yo seguía dibujándolo sin querer.
Y cada vez me asustaba más el poder conocerlo.
Corrine no tenía mejoría, todo lo contrario, ahora apenas y se movía. Habían llamado a un doctor para que la alimentara por medio de suero, estaba adelgazando, se estaba consumiendo.
Pero por suerte ningún hechicero atacó otra vez.
- ¿Estás aburrida? - me preguntó Morgan cuando estábamos en nuestra guardia del día.
- Sí, algo - acepté.
- Lo siento, no hemos platicado mucho a pesar de tener tanto tiempo a solas, ¿Verdad?
No, no lo habíamos hecho.
- Ahora quien importa es Corrine.
- No Cathy, también importamos nosotros, lo nuestro.
"Lo nuestro"
- No deberíamos hablar de esto ahora, Morgan - señalé hacia arriba, hacia los Ancianos.
- Ok, no ahora, pero te quiero - se acercó a mí y me besó en la frente.
El corazón se me aceleró, pero no tanto como antes.
- Iré por un helado ¿Quieres uno? - me sonrió.
Asentí.
Morgan se alejó decidido. Yo también lo quería, pero era esto... este sentimiento que me estaba volviendo loca lo que no me dejaba disfrutar de su compañía, de su dulzura, de sus palabras, de su beso.
Y para colmo una nueva imagen del chico me cautivó la mente. Sin que me lo esperara, como siempre, tenía ganas de llorar, quería dejar de pensar en él.
Ésta vez apareció en las mismas gradas de otros dibujos que tenía de él, estaba serio, con mirada misteriosa, viendo hacia el parque...
El parque...
El mismo que yo estaba viendo pero desde otro ángulo.
Me levanté y empecé a caminar. Necesitaba encontrar ese lugar. Quizá él se encontrar ahí, ahora...
El corazón me latió con fuerza, con mucha rapidez... Caminé hasta visualizar el ángulo del parque en el que él estaba en mi mente. Miré el parque era completamente similar a lo que él estaba viendo. Cerré mis ojos, su imagen seguía en mi mente...
Pero ahora... Él me estaba viendo a mi también, de espaldas a él. Yo estaba en mi visión.
Apenas y podía respirar cuando abrí los ojos. Volteé lentamente, muy asustada.
Él no estaba sentado en unas gradas, estaba sentado en una serie de jardineras que estaban en forma de escalera. Sus pies colgaban como a un metro de suelo y estaba vestido justo igual que en mi visión.
Me miró. Su rostro era el mismo, sus ojos perfectos...
Y me sonrió, como si estuviera muy feliz de verme.
Dio un salto para bajar de la jardinera y caminó hacia mí completamente decidido. Yo respiraba agitadamente sonriendo. Ni siquiera había sabido cuándo empecé a sonreír.
- Me encontraste - dijo a medio metro de mí. Su voz era igual de perfecta.
Y rompiendo toda distancia entre nosotros... Tomó mi rostro con ambas manos... Y me besó.