chiao!
II
Las cosas no podían ser así, no podía detenerme a pensar solo en mi nueva vida, también tenía sueños, metas, no me quería estancar y justo eso era lo que estaba pasando estaba decidiendo terminar con el futuro que había planeado solo por dos personas a las cuales no les importaba ni un comino algo de mí.
Escuche que llamaron a la puerta y que mi madre recibía a las visitas, poco después llamaron a mi habitación.
- Adelante –dije.
La puerta se abrió y los rostros de Carrie y Cathy.
- No te vimos es todo el día –dijo Cathy –me preocupe.
- Pues yo no te vi tan preocupada hablando con Morgan –le restregué.
- Corrine no te enfades –me pidió –es solo que…
- Solo que ¿Qué? –pregunte enfadada.
- No está mal vivir el momento de vez en cuando Corrine –dijo Carrie.
- ¡Oh! Claro, si de eso no cabe duda –me enfade aun más –o ¿debería preguntárselo a Mark?
- ¿Qué te pasa Corrine? –me pregunto extrañada.
- ¿Sabes Carrie? Yo también tengo una vida –le respondí de mala gana.
- Nadie está diciendo lo contrario Corrine –dijo Cathy.
Fulmine a Cathy con la mirada.
No, claro que no lo habían dicho, pero a final de cuentas a ella no les importaba un comino por lo que yo estaba pasando pues ellas continuaban con sus vidas como si no les hubiera afectado el hecho de enterarse que éramos lo que éramos.
- Reconozco esa cara Corrine –dijo Carrie –y la verdad es que, esto ha afectado nuestras vidas tanto como la tuya, como por ejemplo: el hermano de Cathy en el hospital, o el hecho de que ya no puedo volver a mi casa… como siempre, vives en tu mundo, Corrine.
- ¡¿No me digas Carrie?! –pregunte con fingida preocupación –en verdad se nota que le ha afectado –agregue con sarcasmo.
Cualquiera diría que estaba actuando de forma egoísta pero la verdad es que si no lo hacía, mis sueños terminarían abandonados hasta quedar ocultos en algún bote de basura por ahí.
Las tres nos quedamos calladas sin saber que decir y mientras más lo pensaba cada vez me retractaba de lo que había dicho, más bien en lugar de actuar de forma egoísta actuaba por celos, estaba celosa de Cathy y Carrie, ambas tenían lo que yo deseaba, Cathy a su familia y Carrie los amigos que siempre quise tener.
- Lo siento chicas –dije al fin –no sé que estaba pensando.
- En algo que deseas –me sonrió Cathy.
- Si eso lo sé –le respondí –pero jamás les debí haber dicho todas esa cosas.
- Te propongo algo Corrine –dijo Carrie –tu ve a tu curso, y vuelva cuando termine, nada va a pasarnos.
Le sonreí y corrí a abrasarla poco después caí en cuenta de lo extraño que era y ambas retrocedimos un paso atrás.
A la mañana siguiente saldría mi avión y nos desvelamos hablando toda la noche, ambas me acompañaron con mis padres al aeropuerto, me despedí de todos y subí al avión sin mirar atrás, pero me envergaba un presentimiento malo, como si cometiera un error al subirme al avión, mire atrás y al ver a mis hermanas sentí como si fuera la última vez que las veía…
Las cosas no podían ser así, no podía detenerme a pensar solo en mi nueva vida, también tenía sueños, metas, no me quería estancar y justo eso era lo que estaba pasando estaba decidiendo terminar con el futuro que había planeado solo por dos personas a las cuales no les importaba ni un comino algo de mí.
Escuche que llamaron a la puerta y que mi madre recibía a las visitas, poco después llamaron a mi habitación.
- Adelante –dije.
La puerta se abrió y los rostros de Carrie y Cathy.
- No te vimos es todo el día –dijo Cathy –me preocupe.
- Pues yo no te vi tan preocupada hablando con Morgan –le restregué.
- Corrine no te enfades –me pidió –es solo que…
- Solo que ¿Qué? –pregunte enfadada.
- No está mal vivir el momento de vez en cuando Corrine –dijo Carrie.
- ¡Oh! Claro, si de eso no cabe duda –me enfade aun más –o ¿debería preguntárselo a Mark?
- ¿Qué te pasa Corrine? –me pregunto extrañada.
- ¿Sabes Carrie? Yo también tengo una vida –le respondí de mala gana.
- Nadie está diciendo lo contrario Corrine –dijo Cathy.
Fulmine a Cathy con la mirada.
No, claro que no lo habían dicho, pero a final de cuentas a ella no les importaba un comino por lo que yo estaba pasando pues ellas continuaban con sus vidas como si no les hubiera afectado el hecho de enterarse que éramos lo que éramos.
- Reconozco esa cara Corrine –dijo Carrie –y la verdad es que, esto ha afectado nuestras vidas tanto como la tuya, como por ejemplo: el hermano de Cathy en el hospital, o el hecho de que ya no puedo volver a mi casa… como siempre, vives en tu mundo, Corrine.
- ¡¿No me digas Carrie?! –pregunte con fingida preocupación –en verdad se nota que le ha afectado –agregue con sarcasmo.
Cualquiera diría que estaba actuando de forma egoísta pero la verdad es que si no lo hacía, mis sueños terminarían abandonados hasta quedar ocultos en algún bote de basura por ahí.
Las tres nos quedamos calladas sin saber que decir y mientras más lo pensaba cada vez me retractaba de lo que había dicho, más bien en lugar de actuar de forma egoísta actuaba por celos, estaba celosa de Cathy y Carrie, ambas tenían lo que yo deseaba, Cathy a su familia y Carrie los amigos que siempre quise tener.
- Lo siento chicas –dije al fin –no sé que estaba pensando.
- En algo que deseas –me sonrió Cathy.
- Si eso lo sé –le respondí –pero jamás les debí haber dicho todas esa cosas.
- Te propongo algo Corrine –dijo Carrie –tu ve a tu curso, y vuelva cuando termine, nada va a pasarnos.
Le sonreí y corrí a abrasarla poco después caí en cuenta de lo extraño que era y ambas retrocedimos un paso atrás.
A la mañana siguiente saldría mi avión y nos desvelamos hablando toda la noche, ambas me acompañaron con mis padres al aeropuerto, me despedí de todos y subí al avión sin mirar atrás, pero me envergaba un presentimiento malo, como si cometiera un error al subirme al avión, mire atrás y al ver a mis hermanas sentí como si fuera la última vez que las veía…